Manuel Borrego

La Sociedad de Instrucción, Cultura y Recreo La Amistad, con residencia en San Lorenzo (fundada en 1915), vivió este sábado una jornada entrañable ventilada por los recuerdos en amarillo y azul que hasta allí llevaron figuras legendarias de la UD Las Palmas como su presidente de honor, Germán Dévora, y los también ex jugadores Paco Castellano, Manolo Martín y Daniel Carnevali. Intervinieron ante una atenta audiencia junto al consejero e historiador de la entidad, Antonio De Armas, que añadió algunas vivencias personales desde que se le encomendara la recopilación de "una historia que es un océano", dijo. Durante hora y media, en un ambiente acogedor que cautivó incluso a los propios protagonistas y que estuvo moderado por el periodista Antonio Betancor, varios pasajes de la vida del club vieron la luz descubriéndose en ellos el lado humano y popular de unos deportistas que saborean con nostalgia la etapa en la que fueron grandes figuras. A la cita no pudo acudir por enfermedad, José Manuel León, excusando su ausencia.

Antonio de Armas, Paco Castellano, Germán Dévora, Daniel Carnevali, el periodista Antonio Betancor y Manolo Martín, este sábado en la Sociedad La Amistad de San Lorenzo (C. Torres)

"Ni loco me quedo en esta isla"

ADaniel Carnevali(a la derecha) tocó el turno de aclarar que su primer momento en Gran Canaria no fue precisamente un flechazo. "Teníamos que jugar en Tenerife un amistoso y pasamos por aquí la primera vez. Como los vuelos tardaban vine desde el aeropuerto hasta el Parque de Santa Catalina a conocer la ciudad. Y lo único que encontramos (en 1970) en el camino fue la Potabilizadora. Le dije a mi compañero que ni estando loco me quedaría en una isla como esta. Sin embargo, año y medio después había firmado por Las Palmas y estaba haciendo carrera aquí, en España. Hoy estoy muy orgulloso de haber tomado aquella decisión porque aquí viví una de mis mejores etapas profesionales y en un equipo en el que me sentí realizado".

"Ponga los ceros del talón de Pirri"

Germán Dévora aclaró qué era aquel concepto de jugador intransferible que se había instalado en el fútbol de su época. Para ilustrar la situación puso un ejemplo de un suceso que conocía: "el gerente del Real Madrid, Antonio Calderón, se dirigió a García Panasco -secretario general de la UD Las Palmas- para que le pusiera el valor de traspaso de Tonono en un talón que le había enviado. Y don Jesús le contestó: "de acuerdo, ponga usted también la cifra de nuestro talón para que nosotros fichemos a Pirri". En aquella etapa era impensable que alguno de los jugadores del equipo saliera. Pero vivíamos bien, ganábamos suficiente y nuestras aspiraciones eran las de jugar con la Unión Deportiva"

"León se asustó cuando supo quién le quería"

Antonio de Armas (a la izquierda), que conoce en profundidad documentos internos entre clubes, fue más allá cuando "en años recientes, tras ver la documentación que existía en el club, llegamos a la conclusión de que García Panasco sólo contaba lo que era imposible de no saberse. Así, descubrimos que a Germán lo quería el Barcelona desde que tenía 18 años. Está documentado; siempre insistió en él. También hay peticiones del Atlético de Madrid y del Real Madrid. José Manuel León, por ejemplo, se asustó cuando supo quién había pedido su fichaje en aquella etapa en que era futbolista. No se lo podía creer pero García Panasco era muy discreto y sólo confirmaba lo que era un secreto a voces"

"En diez años seré millonario"

Manolo Martínilustró su comentario con las modestas cifras que manejaba como sueldo "1.500 pesetas al mes. En una temporada llegué a ganar 100.000 pesetas y entonces pensé que a ese ritmo, en diez años, reuniría un millón y sería millonario".

"Castellano se hacía el lesionado para jugar como delantero"

Entre Martín y Germánconfirmaron que en los primeros momentos de su ciclo profesional, Paco Castellano -más tarde defensa internacional absoluto- "se hacía el lesionado para que los entrenadores le pusieran como delantero centro durante los partidos. Lo hizo unas cuantas veces". Germán añadió: "pero en una ocasión se lesionó de verdad y estuvo dos meses parado. Guillermo Hernández cogió su puesto y lo hizo tan bien que Sinibaldi no veía la ocasión de darle otra oportunidad a Castellano. Y él, en cambio, se olvidó de su puesto original y pedía insistentemente al entrenador que le pusiera en la posición de centrodelantero".

"El ‘9' al azar para Germán"

Dévora empezó en los juveniles con el nueve a la espalda. Tiene una explicación: "Se realizaban unas pruebas de selección en Martín Freire. Antonio Velázquez le dijo a Carmelo Campos que faltaba un delantero centro en uno de los equipos. Don Carmelo miró al grupo de jugadores y se fijó que yo era el más alto; y me señaló. Metí dos goles aquel día y me eligieron como delantero centro. Sin embargo mi puesto natural era más atrás, en la organización en el centro del campo".

"¡Cómo olía a jarea!"

A Daniel Carnevali le chocaban algunas costumbres isleñas en sus primeros pasos como jugador de la UD Las Palmas. "Nos concentraban en Bandama e íbamos en pirata hasta el Estadio para los partidos. La gente nos esperaba con entusiasmo, una multitud. Y cuando llegábamos a aquel recinto, la calle ya daba olor a fútbol. ¡Cómo olía a jarea!", algo a lo que no estaba acostumbrado. "Aún hoy cuando me acerco al Insular todavía recuerdo ese aroma".

"Era supersticioso antes de los partidos"

Germán tenía una costumbre. "Era supersticioso y por eso siempre salía al campo el último, con un balón bajo el brazo. Tenía que ponerlo en el suelo y lanzar un disparo hasta la portería. Si marcaba, entonces significaba que iba a tener un buen día. Y si fallaba; todo lo contrario"

"No sabía a quién tenía que marcar"

Paco Castellano confesó en la velada que "jugaba al fútbol porque me gustaba pero no conocía quiénes eran los jugadores de Primera. El míster me decía: "Paco, encárgate de Ansola". Y al salir al campo le tenía que preguntar a mis compañeros ¿quién era Ansola?". Martín añade a la explicación que "sin embargo Paco sí conocía a un futbolista: Garai, central del Athletic. Porque ese fue un jugador al que admiró y en quién se inspiró como profesional. Más tarde coincidieron como rivales en el campo".

La explicación del por qué Germán no estuvo ante Yugoslavia

El Maestro (a la izquierda) señaló con sorna que "Soto se tiraba bien en el área. Marqué muchos goles en aquella época gracias a él. En ese momento yo estaba en forma y entraba en la selección. Explicaré el caso de Yugoslavia: antes del partido disputamos el Torneo de la Hispanidad en Madrid, frente a Argentina. Yo jugué. Y cuatro días después se celebraba el encuentro valedero para el Mundial contra los yugoslavos. La cita era en el Estadio Insular. Pero un dirigente de la Federación Territorial me dijo aquí que yo no iba a participar contra los yugoslavos porque no me habían inscrito. Que me habían convocado (Kubala) para crear un buen ambiente con la afición en Las Palmas porque iba a ser el primer partido internacional aquí de la selección. Me quedé en la concentración hasta el final, pero el día del encuentro me fui a casa y lo vi por televisión"

"El dichoso penalti no fue a Fedora"

Paco Castellano es consciente de que aquel penalti que malogró frente al Real Madrid le ha marcado. "Sí, ese dichoso penalti", dijo. "Lo lancé y todo el mundo habla de que fue a la Fedora (edificio posterior a la Grada Naciente) y no es así; el balón golpeó en una publicidad al lado de la portería. Sin embargo la gente se ha hecho una imagen que no corresponde. Lancé el penalti por necesidad, porque estaba ausente Germán (y Guedes renunció a la ejecución). No lo marqué y ese penalti se ha convertido en mi martirio. Quiero que la gente recuerde que penalties los ha fallado todo el mundo". Sus compañeros le apoyaron en la explicación, a la vez que Martínresaltó que "para Molowny habría sido un éxito haber ganado aquel partido y quedarse campeón precisamente frente al Real Madrid. Pero no fue así el destino"-

"Le metí un machangazo mientras discutían Germán y Guedes"

Y Paco (a la derecha), entusiasmado con sus explicaciones, recordó que "en aquella época también marqué al Madrid (dijo mientras miraba precisamente el vídeo que se exhibía en los salones de La Amistad) en el Bernabéu. Metí un golazo de falta directa. El balón estaba entre el Maestro y Guedes, que se estaban 'peleando' para saber quién lanzaba. Y yo, sin pensarlo, le metí un machangazo mientras ellos seguían discutiendo. Fue un golazo", resaltó con orgullo.

"Los porteros somos egoístas"

Carnevali explicó el por qué "no dejaba nada para los demás". Porque durante su estancia en la UD Las Palmas apenas cedió la titularidad al suplente Pérez. "Las demás posiciones del campo son diferentes. Un lateral puede jugar por el centro o un delantero en la media punta. El portero es único. Sólo existe un puesto y uno solo el que juega. Por eso los arqueros somos egoístas. Me costaba dejar el puesto; ni lesionado lo hice".

"Tenía tantos números en la cabeza que no daba pie con bola"

Manolo Martín(a la izquierda) ilustró cómo los futbolistas siempre dan lo mejor de sí en un terreno de juego y que los condicionantes económicos pueden no ser precisamente incentivos. "En dos ocasiones estábamos primados por otros equipos para ganar los partidos. Uno de ellos nos ofrecía 275.000 pesetas por ganar. Y yo, en el campo, tenía tantos números en la cabeza aquel día para calcular cuánto tocaba a cada uno que no daba pie con bola. Perdimos en ambas ocasiones porque nadie del equipo supo asimilar la situación. A veces ocurren estas cosas"

La noche corría en San Lorenzo. En ella se ovacionó a José de la Rosa, otrora secretario técnico del club en dos etapas, que estaba presente en la sala. Se revivieron instantes emotivos y se habló del presente también. Germán confesó que la Unión Deportiva Las Palmas volvía a germinar por muchas partes, esperanzado en que lo vivido esta temporada tenga frutos pronto: "Ni en los mejores años de nuestra época vi a la afición como cuando regresamos de Almería, en la reciente promoción de ascenso. Fue algo inolvidable. Esto hay que aprovecharlo para volver hacia arriba". Aquel gesto colectivo de complicidad fue un buen final de campaña o un buen principio para que otras historias se añadan a este catálogo de recuerdos y andanzas.