Manuel Borrego

Gran Canaria tiene una magia que ha cautivado a la familia Pignol: Nuria, los niños Etiene y Noa, junto a papá Stephane se quedan como residentes en la isla, después de que el jugador galo (tercero en orden cronológico que arribar a la UD Las Palmas, tras Luciano 1951 y Poueys 2004, a la par que Beranger 2009) expresara este miércoles su decisión de no seguir en activo. El gladiador francés deja el fútbol con la sensación "de haber podido jugar un año más. Después de actuar en treinta partidos con treinta y seis años de edad pensé que quizá seguiría". Si la oferta hubiese llegado de la Unión Deportiva "la hubiese aceptado sin dudarlo. Aunque ya me imaginaba que esto me iba a ocurrir".

Fue la de este miércoles una mañana emocionante para él. "Soy especialista en llorar", dijo con gracia Pignol a la reducida representación periodística que acudió a su despedida oficial en el Estadio de Gran Canaria. Leyó su misiva personal y admitió luego que "Las Palmas ha sido un club especial en mi carrera. Desde que llegué a este equipo me tocó (el corazón). Lo noté por su gente, por los aficionados, por ustedes mismos", reconoció después de haber considerado como sus mejores momentos profesionales "los que hemos vivido en la promoción de ascenso. La afición esperando a la guagua en la calle de ahí (Fondos de Segura) y los trescientos que estaban en el aeropuerto cuando volvimos de Almería ... Fue algo muy emotivo, lo mejor que hemos vivido desde que llegué". Y sentenció al respecto: "Si logramos además el objetivo del ascenso ésto habría sido una locura".

Pignol entiende que ahora "me toca poner chanclas y estar los cuatro juntitos, disfrutar de mis hijos y de mi familia". Su vida tras la UD Las Palmas es ajena al fútbol, porque de momento no piensa en banquillos. "Todavía no, es un tema que ya reflexionaré en el futuro". Consideró que tenía cierto cansancio aunque "ustedes por fuera me viera en los entrenamientos, por dentro se notaban tantos años de oficio. Tantos viajes me he perdido algunos momentos especiales con ellos los fines de semana".

Se siente afortunado por acabar siendo un jugador "con el que siempre han contado los entrenadores. Desde que vine a España, con el Compostela, fue así. Lo hizo Fernando Vázquez. Y ha sido hasta el final esta misma temporada. Además, no he sufrido lesiones importantes".

Ha disfrutado mucho esta temporada como profesional porque "ha sido uno de los mejores de mi carrera". Habló de la etapa de Sergio Lobera como entrenador al considerarle que "tiene un gran futuro. Hemos vivido con él momentos muy especiales esta temporada, tanto cuando ganábamos como cuando perdíamos. Ha logrado lo que el club quería y puede hacer algo bueno la próxima campaña. Corrigiendo algunas cosas en la plantilla puede mejorar todavía el buen equipo que queda". Resaltó que en su labor de esta última Liga, "Lobera estaba tras mis actuaciones".

"Es verdad, me voy sin marcar" ... (C. Torres)

Pignol cuelga las botas pero deja algunas cosas por hacer: "Es verdad, no logré marcar el gol con Las Palmas. Lo tenía todo preparado para la celebración", dijo. "Papá, haz el baile del pincel", replicó su hijo más tarde en alusión a la manera en que habría de decorar un tanto propio en redes adversarias. "Algún día lo bailaré. Seguramente ahora con los veteranos de Unión Deportiva".

Fino humor de un jugador que deja una huella porque cuatro temporadas de amarillo, siempre en condiciones de optar a la titularidad, resume el sello final a su hoja de servicios. "À bientôt, Stephane".