M.B.

Ocurrió en la noche de este jueves y en casa del eterno rival, el Maninidra. Javi Lorenzo terminó su concurso en el torneo de lucha corrida y, tras él, guardó la ropa de brega "de manera definitiva" luego de que hubiese cumplido lo prometido al mandador del CL Adargoma: cubrir la última temporada como luchador juvenil y no traspasar la frontera a categoría senior. Porque el bregador invidente, un hombre carismático en los terreros de Gran Canaria, centra todas sus energías en la doble licenciatura de Administración de Empresas y Derecho.

"Ya el año pasado tenía intenciones de dejar la lucha porque el tiempo que me ocupan los estudios es amplio y valioso. Sin embargo aguanté porque el club me facilitaba el limitar mis entrenamientos. Estoy en Tercero de carrera ya y sé que esto es muy exigente. Los estudios son sagrados", afirma el joven deportista grancanario, nacido el 12 de octubre de 1993. "La lucha canaria me ha dado muchas cosas desde que me inicié a los once años de edad. He conocido a mucha gente y me he relacionado incluso con mis rivales".

Javi asume con madurez exquisita los pasos de la vida. "Yo creo que como luchador me descarto. Podría volver después de la carrera, pero ya no sería lo mismo porque me quedan tres o cuatro años de estudios y es mucho tiempo. Y no estoy tampoco para los zarpazos de los seniors, eh". Expresa que "me sentí un deportista especial porque mi condición de invidencia no la padece cualquier otro rival. Pero cuando salía al terrero era uno más. Iban a por mí".

Su último rival fue Francisco González, del Maninidra. No olvida que "casi me caí yo mismo porque me torcí el tobillo". En estos años de brega ha experimentado desde dentro el deporte vernáculo y ha logrado varios títulos colectivos con el Adargoma senior, además del título regional juvenil de 2012 y subcampeones de infantil y cadete regional. "¿Mi mejor día?. Una vez que en juveniles tumbé a cuatro del Santa Rita. No fui un luchador espectacular pero en alguna ocasión me tocó decidir para el equipo".

Siente admiración deportiva por "El Pollito de La Frontera y, también ahora, por Juan Espino Trota". Y una estima especial por "Miguelillo, a quien yo le ganaba en mis inicios de infantil, que también eran los suyos. Ahora es uno de nuestros referentes".

Javi Lorenzo se marcha siendo un caso singular en la lucha canaria; incluso cuando le llega la hora del adiós en un deporte donde el tiempo es tesoro para los expertos.