Y a los luchadores nadie les escucha
04/08/2013

Por José Juan Góez Artiles

Después de varios días leyendo y escuchando diversas opiniones y manifestaciones en diversos medios sobre el futuro de la lucha canaria en nuestra isla, no soy capaz de generar otro sentimiento que no sea la indignación y la tristeza.

Me llena de tristeza el ver como después de varias reuniones entre Federación y clubes, lo único que se ha conseguido es un cruce de acusaciones entre unos y otros. Todos tienen su particular culpable de la situación pero nadie aboga por alcanzar un acuerdo que logre, ante todo, velar por los intereses de la lucha canaria en nuestra isla.

Por una parte, algunos dirigentes muestran su indignación por la falta de respeto que se tiene contra sus clubes y directivos porque, al no dejarlos competir en Primera categoría, se echa por tierra el trabajo, esfuerzo y sacrificio de muchos años. Sin embargo, estos mismos dirigentes cometen una falta grave de respeto cuando afirman "prefiero que desaparezca el equipo que competir en tercera". Semejante desprecio hacia los compañeros que militan en esa categoría y hacia su propia cantera y afición es difícil de ver en otros deportes.

Por otra parte, algunos dirigentes abogan por la inflexibilidad de las decisiones tomadas y la necesidad de una planificación adecuada. Y estoy de acuerdo en este extremo, pero creo que nuestro mayor esfuerzo debería ser lograr que compitieran la mayor cantidad de equipos y en las mejores condiciones posibles. Y si hay decisiones que se debieran revisar para que esto ocurra pues quizás habría que hacerlo, pero no cediendo al chantaje de algunos o guiando nuestras decisiones por el capricho o el mal humor en un momento determinado de otros, sino dialogando y mostrando las cartas sobre la mesa.

Y si no fuera posible llegar a tal entendimiento, en este punto entra en juego la Federación, que está para velar por los intereses del deporte al que representa y tomar decisiones, más o menos acertadas según el caso, pero tomarlas al fin y al cabo. No podemos escudarnos en que es culpa de los equipos que pase esto o lo otro. Si son los representantes de los equipos que acuden a las reuniones los que deciden el futuro de directivos, luchadores, aficionados, canteras y demás, entonces sobra la Federación.

Quizá lo que ocurre es que en estas reuniones donde se toman decisiones tan importantes o vinculantes al futuro de nuestro deporte, cada cual acude con sus ideas y sus intereses particulares y no se acude con ánimo de buscar lo mejor para nuestro deporte. Quizás tendrían que haber reuniones previas con los representantes de los equipos en los que cada cual expusiera claramente que le gustaría hacer y buscar puntos en común. Quizá tendrían que haber reuniones con los representantes de los luchadores para saber qué opinan ya que nadie les tiene en cuenta y, al fin y al cabo, son los máximos exponentes de nuestro deporte, sin luchadores no hay lucha. Y luego ya organizar una reunión para la toma de decisiones finales, pero conociendo todos los puntos de vista y dando tiempo a que cada cual medite sobre sus opciones.

Es posible que sólo sea una utopía, un sueño difícil de cumplir visto el grado de entendimiento existente, pero creo que el esfuerzo valdría la pena.

 

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