Deivid y Tana; dos caminos, un destino
09/08/2013

Ambos fueron componentes en 2001 del explosivo alevín de la UD Las Palmas; sus rutas se separaron durante doce años hasta abrazarse de nuevo bajo un mismo proyecto

Manuel Borrego

Doce veranos atrás la vida era diferente en una Unión Deportiva Las Palmas que gozaba de presencia en Primera División, en el que era su último ciclo conocido. Estaba el club en su órbita más lejana y también tenía cantera. En aquel entonces se formaba un revolucionario equipo alevín, con la dirección general de filiales de Germán Dévora y la batuta técnica de Nandi Álvarez, ayudado por Javier Sintes. En aquel instante Deivid Omar Rodríguez era un niño responsable, una mano tendida dispuesto a ayudar a quienes se lo reclamaran; y Tana Domínguez, un auténtico torbellino futbolístico, un superdotado del balón de quien todo el país acabó haciéndose eco merced a la proyección de Canal Plus y las ‘batallas' amarillas en Brunete. Deivid (27 de enero de 1989) y Tana (20 de septiembre de 1990) eran amigos en un grupo en el que, entre otros, también estaban los Néstor Gordillo, Cristian Martín, Azael, Lionel, José Antonio o el mismísimo Vitolo Machín.

Aquella generación de joyas futbolísticas por pulir no se perdió pese a las desventuras vividas por la entidad en ese largo periodo. Doce años después, siguiendo rutas muy distintas y salvando obstáculos diferentes, Deivid y Tana han vuelto a abrazarse como integrantes de un proyecto de verano y puede que mucho más en la nave principal de la Unión Deportiva Las Palmas.

Una imagen memorable: Germán Dévora, responsable de filiales de UD Las Palmas en aquella etapa, junto a Tana y Deivid en un banquillo del alevín del club en 2001. (Archivo N.A.)

Ese año en la categoría alevín en el que estuvieron juntos tuvo un momento estelar, con la participación del equipo amarillo en el Mundialito de clubes disputado en Gran Canaria. "Hicimos un gran torneo", recuerda el entonces entrenador Nandi Álvarez. "Pasamos las rondas previas y en las semifinales le ganamos al Ajax de Amsterdam 3-1, en partido disputado en Las Rehoyas. La final se jugó en el campo Municipal de Maspalomas, en medio de una gran expectación. Perdimos 2-1 frente al Fútbol Club Barcelona, que dirigía Sergio Lobera y que tenía como jugador más notable a Jordi Alba. Vitolo marcó nuestro gol, que era el del empate. Estuvimos cerca", recuerda el entonces técnico de filiales.

Nandi siente un regocijo interior al ver que aquellos chiquillos a los que tuvo un año juntos hoy se reencuentran en un vestuario que también comparte su propio primogénito, Aythami. "Deivid es Deivid; parece que no ha cambiado futbolísticamente. Es un jugador reconocible pasado este tiempo. Teníamos mucha confianza en él porque siempre destacó en el campo por su carácter. Le fichamos porque brillaba por su buena colocación en el centro de la defensa, con mucha personalidad, muy riguroso en todas las misiones que tenía que asumir. Era y es un futbolista muy responsable, con mucha personalidad. No quería nunca perder, ni en los entrenamientos".

 

Detalle parcial de la plantilla alevín de 2001. En blanco Vitolo Machín, en el azul Tana Domínguez y en rojo Deivid Omar. Nandi Álvarez era el primer entrenador de la plantilla (UDLP)

Tanausú Domínguez, recuerda Álvarez, fue captado cuando estaba en Veteranos del Pilar. "Se entrenaba con nosotros y jugaba con ellos. Pero ya en diciembre le dije a Germán Dévora que tenía que completar toda la temporada con Las Palmas. Trabajador, disciplinado, lo hacía todo sobresaliente. Era diferente al resto, con gran calidad en el dribling y velocidad. Jugaba en la banda y, con Vitolo, teníamos dos futbolistas muy veloces. Tana estaba muy bien formado a nivel muscular para la edad que tenía y eso le daba un plus con respecto a otros competidores. Hoy es también identificable su fútbol, con mucho potencial que demostrar".

Fruto de aquella primera labor son estos productos de hoy. Deivid despuntó en el Universidad antes de que el Sevilla le exhibiera a nivel nacional, incluso en la Primera División. Su ruta hacia la UD Las Palmas desembocó en 2012, cuando por fin llegó al destino en el que soñaba en la niñez. Tana, en cambio, tuvo un recorrido más tortuoso porque tras abandonar filiales emprendió diversas etapas en Acodetti, Unión Viera, Real Valladolid, Vecindario -hasta Segunda B- y por fin el regreso a la Casa Amarilla a través del Vitamina C de Santi Calvo.

Germán, eterno cazatalentos del fútbol grancanario, observa hoy desde la presidencia de honor del club al mismo Deivid "muy ordenado, bien colocado y seguro" que vio partir en filiales. Y de Tana espera "que demuestre que nunca es tarde para llegar" al fútbol profesional. "No le he seguido desde que salió del Unión Viera. En su etapa de alevines era un jugador que hacía todo lo que se pedía y lo hacía bien. Espero seguir viendo su evolución porque todo lo que queda lo tiene que poner él".

Los niños son hombres, pero la amistad quedó intacta. Tras esos caminos complicados que han debido soportar reside un mensaje que el propio Tana transmitió a través de nuestra web después de que tentara su debut con la UD Las Palmas, en 2012 (convocado ante el Numancia). "Siempre tuve la sensación de que iba a llegar muy lejos en el fútbol". Ambos, de alguna manera, todavía en están en ello.

El alevín de la UD Las Palmas, en Brunete. Escoltan a los jugadores Javier Sintes (izquierda) y Nandi Álvarez (derecha). Son reconocibles Deivid (segundo de pie a la izquierda, junto al portero) y Tana Domínguez (tercero a la izquierda, agachado). A su lado, el hoy sevillista Vitolo. (Archivo de NA)

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