Es curiosa la selva de la lucha canaria en Gran Canaria. Cuando alguien llega con una idea nueva o fresca iniciativa, los que presumen de ‘haber mamao' noches en los terreros -no todos, claro, un sector- son los primeros en declarar que "no tiene ni idea (...) aquí ya sabemos cómo se hacen las cosas". Palabra arriba, palabra abajo. Con esta manera tan tradicional de actuación, con sus vicios y trucos en los despachos, la lucha en Gran Canaria ha estado a punto de dar la ‘boquiá' en su competición elitista. Por fortuna, aire fresco y nuevas ideas lo han evitado aunque ahora pueden haber medallas, incluso, para quienes se echaron las manos en los bolsillos o hicieron campaña para erradicarla.

Este viernes 13 de septiembre, sin que se aprecie con exactitud lo ocurrido, los clubes que aspiran a mantener la bandera de la lucha en su máxima expresión han dado un paso muy importante, quizá invisible en su total magnitud, porque han propiciado un cambio en el concepto competitivo que hasta ahora se conocía. Hasta aquí podemos leer ... Pero, lejos de ser valorados por el resto, los primeros movimientos en la sombra se producen de inmediato sin querer comprender que la lucha canaria está ya inmersa en su propia Perestroika.

Nuestro deporte vernáculo tiene soluciones y ello pasa porque se intenten cosas nuevas, con otras herramientas, porque las conocidas lo están llevando al abismo poco a poco. El comunismo trabuca en la lucha canaria o la propia lucha se encalla con ese sistema de todos por igual. Pongamos ejemplos: un club organizado que se esfuerza en tener un equipo en Primera, con el esfuerzo económico que se exige a sus dirigentes, con la estructura correcta de cantera y/o escuela no puede recibir el mismo respaldo que otro que nada arriesga en la élite y se despreocupa de la base. Igualarles conlleva injusticia. A mayor esfuerzo, mayor recompensa. Por eso la Primera ha de tener un espaldarazo de primera y la Tercera de tercera.

Y la lucha también necesita que se dirija con coherencia y rigor. La Federación ha de exigirse vivir al margen de intereses que no sean los generales. El organismo tardó apenas unos minutos en comunicar en su web el 1 de agosto la presunta desaparición de la Primera categoría; pero 36 horas después de confirmarse la supervivencia de la misma este viernes, y a pesar de que su presidente expresó en esta misma web la satisfacción por los resultados de la reunión con el consejero de deportes, aún no se ha pronunciado de forma oficial en su propio medio, mientras cobran vida presuntos agitadores dispuestos a intentar un bloqueo -inimaginable- a la nueva competición. La Federación nada ha dicho de los resultados de la reunión, sí en cambio el propio Instituto Insular de Deportes a través de un aclaratorio comunicado oficial que merecía una réplica para confirmar que en los calendarios de 2013-14 en Gran Canaria caben Primera, Segunda y Tercera.

Esa apertura está en marcha y, tras lo ocurrido el 13 de septiembre, sus impulsores no la van a detener.