Es como si desde el inicio hubiese alguna consigna en el marcaje de Aranda. Desde las primeras entradas, el delantero andaluz de la UD Las Palmas fue objeto de severas entradas. Servando, Quesada, Hugo Álvarez, ... Agarrones, golpes, empujones. Pero aguantó sin rechistar, sin entrar en hipotéticas provocaciones. De sus botas llegaría después el centro que Masoud convirtió el gol. Y en el cambio por Asdrúbal, Aranda escuchó una sonora ovación por parte de los aficionados del Estadio de Gran Canaria. También se la brindaron al canterano. Al estreno en casa de amarillo sólo le faltó el gol y un poquito de 'por favor' arbitral.