M.B.

Va camino de convertirse en el estribillo de las ruedas de prensa de los entrenadores de la división de plata. "Las Palmas tiene la mejor plantilla de la categoría", cantó este viernes Ricardo Rodríguez (imagen inferior, a la derecha, de EMD). Siete días atrás lo había hecho Manolo Herrero, el titular del banquillo del Real Jaén, aunque luego matizaría que "es la mejor plantilla, pero no el mejor equipo", tras comprobar sobre el verde del Gran Canaria las dificultades isleñas para consolidar el 1-0 en el marcador.

La Segunda División señala a su nuevo equipo a batir. No cabe duda de que argumentos no faltan: Valerón en el eje de mando, 16 jugadores en total que han actuado en la Primera División, once de ellos con experiencia internacional con selecciones de todos los escalafones, un bloque intacto que la pasada temporada acarició el ascenso a la máxima categoría, ... Muchas y razonadas pruebas que también las reflexiona un hombre que ha saboreado el éxito de un ascenso y que ahora dirige a uno de los candidatos de la categoría: "Mi favorito es el Sporting, que está muy bien porque ya ha terminado de confeccionar a su equipo, que es muy sólido y líder de la competición. Pero también veo en esas condiciones a Las Palmas, porque se ha reforzado de manera potente", comenta Paco Herrera, entrenador del Real Zaragoza.

La llegada de los tres últimos refuerzos al club grancanario ha apuntalado la idea que se tenía sobre el equipo de Sergio Lobera. Se fueron Thievy, Vitolo y Murillo, que de alguna forma dejaron la huella de los logros del pasado ejercicio, pero los relevos que se han incorporado a la nave amarilla han elevado más la opinión de los técnicos rivales, incluso por encima de la que se vive en el entorno del club. El entrenador Lobera ha respondido ante la ofensiva que se empeña en llevar el factor presión hacia el lado grancanario. "Si somos la mejor plantilla tenemos que demostrarlo en el terreno de juego", apunta el aragonés que sospecha que existen raquetazos de otros candidatos llevando la pelota de la presión al terreno canario.

En cinco jornadas la UD Las Palmas, sin embargo, no ha mostrado en la práctica lo que de ella apunta esa teoría. Tendrá que convivir con esta cantinela que ya parece la canción de un verano que se extingue. Pero, como bien afirma su máximo responsable, parecerlo está bien; serlo es el objetivo.