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83 Herbalife Gran Canaria (27+24+19+13): Albert Oliver (4), Hansbroug (15), Beirán (20), Baez (18), Nacho Martín (7) -equipo inicial-, Newley (5), Cruz, Bellas (2), Tavares (4) y O'Leary (8).

74 Lokomotiv Kuban (16+22+22+14): Brown (14), Williams (21), Hendrix (9), Bikov (8), Likhodei (10) -equipo inicial-, Grigoriyev (9), Kol Yushkin, Zubkov (3) y Zhukamenko.

Incidencias: Pabellón Antonio Serrano Lima, en Marbella. Partido amistoso.

Árbitros: Hierrezuelo, Jiménez y García Ortiz.

El Gran Canaria se impuso al Lokomotiv Kuban ruso en su primer amistoso de la gira preparatoria fuera del Archipiélago. Los amarillos se toman la revancha del equipo ruso, que fue el penúltimo rival europeo en la historia del Gran Canaria; y que apalizó a los amarillos en Rusia (73-51) en la fase regular de la Eurocup en diciembre de 2011. Beirán, con 20 puntos fue el más destacado de un partido en el que el Granca llegó a tener hasta 20 puntos de renta, pero Báez resultó el artífice de la reacción cuando los rusos le dieron la vuelta al marcador en el último cuarto.

A pesar de una mala salida al enceuntro (0-7), en diez minutos, el Gran Canaria ya había encestado 5 triples y se ponía 22-12, para terminar el primer cuarto con un marcador 27-16 con 11 puntos de un Javier Beirán desconocido en esta parcela anotador. El alero madrileño se desmelenó en el parcial de salida y su camino marcado lo aprovechó Brad Newley en el inicio del segundo cuarto para llevar al Granca a una momentánea máxima diferencia con otro nuevo triple (30-16).

La maquinaria amarilla no sólo no se detendría en el segundo parcial, sino que iba a más. Con O'Leary y Tavares tomando la alternativa en la pintura, las ventajas se estiraban hasta los 16 puntos después de que el ala-pívot irlandés anotara su segundo triple del encuentro (42-26) en el ecuador de los segundos diez minutos.

Marcus Williams quería salir al rescate de su equipo, pero el Granca había diversificado bien la participación de sus hombres; y llegaba al descanso con 51-38 a su favor, encaminándose a la primera victoria de la pretemporada. Con 13 puntos, Beirán lideraba el apartado anotador. Salvo Añaterve, con un minuto de juego, todos los amarillos que habían participado del partido habían anotado; y en el aspecto reboteador, también se había distribuído bien la tarea para dominar al conjunto ruso. Trece asistencias definían también a un Herbalife en el que imperaban las acciones colectivas ante un Lokomotiv que parecía subsistir gracias al trío Williams-Bikov-Hendrix.

Nada más regresar de los vestuarios, el partido continuaba su tendencia autodestructiva. Parecía que el Gran Canaria iba a ser el único candidato a la victoria. Tres tiros libres de Beirán ponían la ventaja en la veintena de puntos (63-43) y aproximaban al alero madrileño también a la veintena de puntos en su cuenta particular.

Pero el Lokomotiv se negaba a ser un convidado de piedra en el último cuarto. El equipo de Eugeny Pashutinapretó los dientes en defensa y le comoplicó la vida al Granca hasta el punto de reducir las rentas en más de un 50% (66-58), corrigiendo la marcha el conjunto de Pedro Martínez gracias a una canatsa de Nacho Martín. Pero se vio sorprendido el herbalife por el sprint final ruso. Marcus Williams ejercía de líder y ponía a su equipo a por delante en el marcador (70-71), sellando un nuevo parcial 0-11 en el partido.

El Granca tenía que volver a empezar a madurar el encuentro, después de haberlo tenido casi en sus manos. Era una situación nueva de aprendizaje para los amarillos. Había que comprobar su capacidad para encajar golpes inesperados como el de dejar escapar una renta de 20 puntos en menos de diez minutos. Báez sacó a relucir en ese instante sus galones. El experimentado jugador dominicano paró la sangría y empataba el choque a 72. Quedaban por delante siete minutos apasionantes; y lo que parecía que iba a ser un 'bolo' insulso para los amarillos abrió sus puertas a un choque realmente productivo para la pretemporada.

La muñeca de Hansbroug apareció cuando su equipo se la reclamó; y una nueva canasta amarilla volvía a darle oxígeno a los de Pedro Martínez en el marcador (77-72) para desespero de Pashutin. Báez sería el motor del cambio; y ajeno a los preparativos de Pashutin en el tiempo muerto que pretendía frenar la reacción amarilla, anotó en la primera acción tras la parada del juego para acomodar la marcha de los representantes grancanarios (79-72). Beirán y Hansbrough se encargaron de dar el empujón final y sellar la victoria isleña (83-74).