Jorge Carballo

En el transcurso de un sencillo y emotivo acto celebrado en la sede del Club de Automóviles Antiguos de Las Palmas y ante una masiva asistencia, la Escudería Drago tributó un homenaje a Gloria y Robert Waid, matrimonio legendario del automovilismo canario en la década de los años sesenta. Hilario Gómez, presidente de la Escudería Drago, visiblemente emocionado, resaltó las virtudes y los éxitos de Robert y Gloria y señaló que Bob fue su maestro. Le entregó unos recuerdos de la Escudería y su esposa Pilar Celis la obsequió con un ramo de flores.

Eugenio Cerpa, presidente del Club de Automóviles Antiguos, se felicitó por el honor que supone tener en sus instalaciones fundadas en 1977 a Gloria y le hizo llegar una metopa del club. Cerró el acto el presidente de la Federación de Automovilismo de Gran Canaria José Víctor Rodríguez quién dijo pertenecer a una generación posterior pero que se encontraba profundamente satisfecho de conocerla y en reconocimiento a lo mucho que hizo por el automovilismo canario le entregó un trofeo con el logo institucional.

Finalmente el directivo más veterano de la Escudería Drago , Santiago Castellano, puso en las manos de Gloria un artístico trofeo en metacrilato con los hombres de Gloria y Robert Waid, trofeo que recuerda este homenaje. Gloria agradeció las muestras de cariño y compartió anécdotas tanto en la recepción como en el posterior agasajo en la sede del Club de Coches Antiguos.

Gloria Castresana nació en Vitoria (España), conoció al que sería luego su marido, el estadounidense Robert Waid, compitiendo en Canarias y tras residir en los Estados Unidos desde hace 44 años, ambos habían decidido venir juntos a la Subida de Juncalillo en Febrero de 2013, pero la salud de su marido Bob se lo impidió, lo mismo que ahora pero, pero según dijo en el acto de homenaje, apuestan por volver los dos en Febrero 2014 para estar en Juncalillo que es lo mismo que venir a convivir con una gran parte de los pilotos que han formado parte de la historia del automovilismo canario.

Gloria y Robert Waid fueron pilotos que brillaron tanto en el automovilismo canario como nacional en la década de los años 60. Robert ganando diversas pruebas y Gloria piloto de vanguardia participando en las primeras ediciones de los rallies de La Palma y Tenerife en 1965 e incluso en la primera prueba en el circuito del Jarama en Madrid en el año 1967.

Gloria comenzó en 1960 con un Simca Sport ya desde los 18 años. En 1961 fue contratada por una empresa estadounidense Tidewater Oil Company dedicada a la explotación petrolera en el desierto del Sahara, fijando su residencia en las Islas Canarias. Durante esos años y antes de regresar a los Estados Unidos en 1970, coincidió en muchas pruebas con pilotos grancanarios como Hilario Gómez, Pepe Monzón, Diego Suárez, Pedro Estévez y Miguel Ángel Domínguez entre otros.

Los Waid y sus amigos de la Escudería Drago, durante el acto celebrado este martes (J.C.)