M.B.

Hernán Santana está a pocos días del final de su calvario. La lesión de menisco que le ha impedido debutar esta temporada pronto será un recuerdo porque "en una semana estaré a disposición del entrenador. Todos los plazos se han marcado y los hemos seguido con la tranquilidad que requiere una situación como ésta". Hasta el momento, entró en la primera convocatoria -banquillo- frente al Deportivo y las restantes seis jornadas se las perdió a causa de una lesión que le ha llevado al quirófano.

Él fue una de las sensaciones la pasada Liga, cuando se instaló en el eje central del equipo, muchas veces en solitario para abastecer balones y romper iniciativas adversarias. Está por conocer su papel en el nuevo proyecto, porque mientras se ha ido recuperando de su dolencia una nueva pieza ha aparecido en el escenario: Apoño, el último fichaje de la campaña. Hernán comprende que "ningún jugador en solitario tendrá en la UD Las Palmas la capacidad de que el equipo dependa de ese futbolista. No creo en ello", significó. "El  conjunto requiere que todos estén concentrados para poder sacar adelante los partidos en la Segunda División".

Apoño es nombre propio dentro de esta primera fase de la Liga. Hernán se fija en él porque, además de actuar en posiciones similares, "me gusta aprender de todos los futbolistas. Su calidad es innegable, aunque todavía no tengo mucho criterio porque no he jugado con él. Seré una esponja en breve a su lado". Desde el graderío, como observador, le llama la atención que "Apoño logra que los rivales le tengan respeto cuando asume el balón. Se nota que ha jugado muchos partidos y que tiene un calidad ganada a pulso".

La sesión del jueves en el Estadio de Gran Canaria se ha realizado un día más a puerta cerrada. Fue jornada para comprobar cómo estaba el césped después de tres semanas de cuidados intensivos. "No tengo mucho criterio para valorarlo pero los compañeros han comentado que se nota un cambio, para mejor".

LOS NUEVOS Y EL CAMBIO DE JAVI CASTELLANO

No es la superficie una excusa para argumentar la inestabilidad futbolística y clasificatoria del equipo. Hernán también se une a los que piensan que "estamos en una etapa aún de asimilar los conceptos, especialmente por los jugadores que se han integrado por último. El equipo, digámoslo así, está un poco verde en algunos detalles porque hay futbolistas nuevos" en régimen de acoplamiento.

Fue cuestionado por el relevo de Javi Castellano en Lugo, a la media hora de juego y con un 2-0 en contra. Hernán libera cualquier incógnita sobre lo ocurrido porque "Javi está respaldado por toda la plantilla. Fue una decisión del entrenador por circunstancias del juego; cambió el sistema y le tocó a él ser relevado. Él sabe que no está señalado en este momento. Es verdad que resulta incómodo y hasta jodido que en el minuto 30 te cambien. Tiene el aliento de todos nosotros", apunta.

Nos aporta también su opinión sobre el gran momento de forma de Las Palmas Atlético, equipo del que fue su capitán hace apenas año y medio. "Fueron tantos años intentando subir a Segunda B que no me extraña el nivel que están dando ahora, que lo han conseguido. Los jugadores del filial saben que las puertas del primer equipo siempre están abiertas y deben seguir trabajando como hasta ahora porque eso es lo que les permitirá dar el salto".