T.A.

Duro rival le ha tocado a la UD Las Palmas para esta octava jornada, al cumplirse casi dos meses desde el inicio de la competición. Es el equipo más rocoso de la categoría, convertido en una de las fortalezas de la clasificación, el Córdoba, llega dispuesto a examinar a un titubeante candidato que no alcanza su nivel más óptimo en lo futbolístico.

El conjunto andaluz tiene la llave de la reacción canaria, al menos a nivel de contención. Los hombres de Sergio Lobera requerirán encontrar en casa la inspiración de los diez minutos de Girona, su mejor instante parcial en el campeonato. La mejoría pasa no sólo por recuperar sensaciones defensivas extraviadas en Lugo, sino porque la producción en ataque también eleve enteros.

Apoño aparece como la novedad más importante en el once titular, el hombre por el que suspiró en el verano y que ahora aparece como eje de todas las operaciones. No sería la única innovación dado que Aythami Artiles cumple sanción y obliga a cambios de pieza en retaguardia.

Pero lo que Las Palmas necesita y con cierta prontitud son resultados en forma de victorias, las que vuelvan a cargar de carburante el depósito de un equipo que no carbura. Esa irregularidad y dudas abiertas de par en par sólo alimentan una idea: el cruce de 'Camina o revienta' está más cerca de lo que pueda parecer.