M.B.

Jesús Valentín (15 de octubre de 1991, Las Américas)está en su segundo año de amarillo, ocupado en sus funciones en Las Palmas Atlético para mantener su ruta notable en la Segunda División B y con la esperanza de verse algún día en el Estadio de Gran Canaria, "como han logrado otros compañeros". Esta temporada ha cambiado su rol en la estructura de juego del filial. Ha avanzado unos metros para convertirse en uno de los jugadores que ocupan plaza en la zona central del campo. "Es decisión del entrenador por necesidades del equipo. Pero he notado una evolución en mi juego en mi nueva demarcación. Me obliga a jugar el balón, a pasarlo con criterio. Hacerlo con compañeros como Roque o Tyronne es muy fácil. Para mí es un paso más en mi carrera. He de confesar que me gusta esta nueva posición; si tengo que actuar como central también lo haré, como ya ha ocurrido".

El tinerfeño fue uno de los fijos durante la pasada temporada en el eje central de la retaguardia que logró el ascenso a Segunda B. Se acopló a Carlos Gutiérrez, quien ahora hace sociedad teórica titular con Ayoze Placeres. "Les he visto muy bien a los dos. La defensa de Las Palmas Atlético es uno de sus puntos fuertes en nuestro campeonato. Estamos encajando pocos goles, pero la sensación es que el trabajo del equipo se refleja en esa parcela. Si algo destaco en el éxito del filial es la solidaridad existente entre todos los miembros de la plantilla. Esa unión que tenemos se nota en el campo. Para mí es una de las claves y mantenerla nos va a llevar muy lejos".

"La solidaridad es la clave del filial"

"Sabíamos que teníamos un buen plantel, que los refuerzos que el club ha incorporado esta temporada son importantes. Quizá nosotros mismos no esperábamos estar tan bien. La competición es larga", recuerda, "y para seguir como hasta ahora no podemos cambiar el nivel de trabajo y concentración". Para Jesús la Segunda B es una competición "algo diferente a la Tercera. Soy debutante en la nueva categoría y he notado que es más exigente para el futbolista. Nos enfrentamos a adversarios con mucha experiencia, que nos exigen mantener la intensidad durante todo el partido. Estar tan unidos, sacrificarnos por el equipo, es lo que nos ha hecho empezar bien y colocarnos arriba. Estamos viviendo un sueño bonito".

Su papel, además, es pelear por entrar a formar parte del grupo de profesionales de Sergio Lobera. Esta pretemporada realizó su primera puesta a punto con los jugadores de la Unión Deportiva. "Para mí es un éxito personal el haber sido llamado por el club. Cuando Tonono -director de formación y captación- me confirmó que iba a hacer la pretemporada con el primer equipo me llevé una de las mayores alegrías de mi vida. Hoy he comprendido que quedarse arriba no era fácil, máxime cuando el club también ha realizado sus propias apuestas con los refuerzos. Pero quiero repetir el año próximo esta experiencia y me pongo como objetivo quedarme arriba".

"Ver a Artiles que vuelve a ser llamado por el primer equipo nos ha producido una gran alegría a todos los del filial", admite Valentín. "Ha trabajado duro para ello, no sólo esta temporada sino en los meses anteriores. Nos hace ver que las puertas están abiertas y que haciendo las cosas como él, o como Asdrúbal, también se puede llegar. Ese aliciente se vive en el vestuario de Las Palmas Atlético".

Promete marcar pronto de falta

Jesús destaca por varias razones; no ya por su corpulencia y poderío físico, sino porque es uno de los especialistas en lanzamientos de faltas y corners del equipo. Combina potencia y precisión en los disparos a balón parado. El pasado año anotó tres tantos y lanzó dos balones a las carpinterías rivales en libres directos. De momento esa suerte le esquiva en el actual campeonato: "A veces estas cosas están condicionadas por las rachas. Espero marcar este mismo sábado al Toledo, si se da la oportunidad. Pero es verdad que estamos algo disgustado con el balón del actual campeonato. El del pasado año era mejor para mi gusto y también para los compañeros que le he consultado. No es una excusa, pero seguiremos intentándolo hasta dar con la clave", señala.

El jugador tinerfeño desea, además, verse pronto acompañado por su amigo y compañero Leandro Merino. Ambos llegaron a la UD procedente del Ibarra. "Le echamos de menos en el equipo. Ha tenido mala suerte porque se lesionó cuando mejor estaba, prometía una buena temporada con nosotros. Tiene que recuperarse para volver a ver el jugador que era antes. Le animaremos".