Carlos se viene arriba: "Sé cuál es mi camino"
14/11/2013

El zaguero central, que realizó la pretemporada con los profesionales, admite que ha recuperado su velocidad de crucero tras pasar una etapa de desorientación personal

Manuel Borrego

La inconfundible voz de Carlos Gutiérrez se ha vuelto a escuchar con la intensidad habitual en las últimas intervenciones del líder de Segunda B, Las Palmas Atlético. Se echaba de menos. Sus mensajes de capitanía natural se reparte por aquel solar de fértil producción en el segundo ejercicio desde su llegada a Gran Canaria. Todo tiene una explicación: "No sé si la palabra es desorientado o quizá desconcertado. Eso es lo que he sentido al inicio del campeonato, pero ya estoy otra vez recuperado. Tengo las buenas sensaciones con mi juego de la pasada temporada y eso se refleja en el momento que atravieso con el equipo. He aprendido y sé bien cuál es mi camino".

El zaguero grancanario (Las Palmas GC, 4 de noviembre de 1991), formado en el fútbol de Tenerife, conoce ahora que el puente que enlaza el Anexo al Gran Canaria aún está por cruzarse. Carlos se entrena de lunes a miércoles con Sergio Lobera, y el jueves disfraza su vida con la realidad de un equipo de formación donde él es pieza angular. Hizo la pretemporada con la primera plantilla y ahí es donde su maquinaria anímica pudo desajustarse. Nos lo explica: "Creo que se debió a mi propia exigencia de estar arriba, en el grupo profesional. Me presionaba a mí mismo porque no quería cometer ningún fallo para convencer al cuerpo técnico. Pero entregué mal un balón contra el Tenerife, en el amistoso disputado aquí, y a raíz de ahí lo pasé mal. No por el fallo en sí, sino por la exigencia que tenía sobre mí mismo. Ahora sé que debo intentar hacer las cosas que sé hacer bien para la próxima ocasión. Los fallos no son exclusivos míos; en el fútbol los puede cometer cualquiera".

Aquel día Carlos recibió el aliento inmediato de los veteranos del colectivo profesional: "aún les voy a agradecer que vinieran a darme ánimos jugadores como Nauzet y Ángel López" menciona. "Eso ya pasó y ahora soy otro jugador".

"Jugamos sin miedo ni presión"

Las expectativas de Carlos vuelven a estar exclusivamente centradas en el conjunto de la división de bronce, con la puerta siempre abierta hacia el Gran Canaria. "Ahora mismo es verdad que vuelvo a sentirme como la pasada temporada. Es una sorpresa el inicio de la campaña en Segunda B, donde hay un grupo importante que está debutando. Desde el día de Huesca el equipo salió enchufado en la Liga. Y empezamos ganando, seguimos así paso a paso. Estamos jugando sin miedo ni presión. Se suponía que íbamos a sufrir; pero se sufre de otra manera, porque no es el sentir del que está abajo en la clasificación. En los partidos salimos a disfrutar y se nota en los resultados".

Su mensaje cambia de tonalidad cuando se mete de lleno en la actualidad de Las Palmas Atlético. Además, como zaguero saborea el momento tan dulce de ser el conjunto menos goleado de los cuatro grupos, junto al Albacete Balompié (8). "Defendemos como equipo", puntualiza. "No es mérito de cuatro, sino de once y de los que están en el banquillo".

El reencuentro con Ayoze Placeres

En su caso personal, le toca ahora hacer dúo central con el tinerfeño Ayoze Placeres. Carlos es diestro, Ayoze el zurdo. Son las cosas del destino porque "ya jugamos juntos en el Tenerife, en categorías infantil y cadete. Nos volvemos a encontrar aquí conociéndonos muy bien el uno al otro. Es fácil entenderse con él, pero ya la temporada pasada me ocurrió igual con Jesús Valentín. Además, en el equipo también está el otro central Óscar Pérez, que para mí tiene idéntico nivel al resto. Él fue clave en la promoción de ascenso contra el Tuilla y cada vez que salió al campo lo hizo con mucha profesionalidad. No entro a valorar las razones deportivas porque el equipo tiene sus responsables, pero en Óscar hay un jugador de garantías. Y además buen compañero y persona".

Porque en Las Palmas Atlético no se practica las rotaciones que ahora se han puesto de moda en el primer equipo amarillo, precisamente en el puesto de los zagueros centrales. Carlos tiene su propia opinión sobre el proceder. "A mí mismo me ocurrió a principio de Liga que, por lesión y una expulsión, no conseguí mantener una línea de regularidad. El futbolista necesita jugar, sentirse titular, para obtener su mejor nivel. Sobre la rotación supongo que acabará por decantarse por dos de los tres defensores. El ritmo de juego, la confianza, la compenetración y todo lo demás que conlleva el fútbol se hace con la constancia. Ahora mismo yo he gozado de esa confianza de parte del entrenador y mi propio juego es más seguro que al inicio de la Liga".

"¿Rotaciones?. El defensa necesita continuidad y tener confianza"

El partido de Fuenlabrada, segundo clasificado, polariza la semana en el segundo equipo de la entidad. Defiende una vez más su liderato en la Península, convertida en un supermercado donde cosecha Las Palmas Atlético la mayoría de su puntuación: cinco victorias en seis desplazamientos. "Se nos está dando mejor allí los partidos. No llevamos el peso del juego y existen más espacios. Y este equipo con espacios tiene mucho peligro, como ha quedado demostrado".

En el Anexo, "tenemos alguna dificultad pero se nos están escapando algunos partidos por pequeños detalles. Los hemos podido ganar todos. Nos han visitado equipos con una fuerte estructura defensiva, especialmente los vascos como Baracaldo, Bilbao Athletic o el Amorebieta. Y aún así hemos podido vencer estos encuentros; tuvimos ocasiones para ello".

A la izquierda, Carlos, pensativo, recibe el consejo de Ángel López en la pretemporada (C. Torres)

Cuando a Carlos le mencionamos la palabra ascenso, evitó asociarla a la misión del grupo en el transcurso de su siguiente mensaje: "Ponerlo como un objetivo sería el peor engaño que nos podemos llevar. Pensar en él ahora mismo también. Estamos compitiendo en una categoría nueva y el secreto de este equipo es afrontar el domingo siguiente como si fuera el último de la competición. En el vestuario hablamos del ascenso entre compañeros con un tono a veces vacilón, porque además no puede depender de nosotros mismos (en alusión a la condición de filial de un equipo aún en Segunda A). No podemos irnos a los extremos. La competición nos dirá en la segunda vuelta hacia dónde vamos. Y entonces sabemos si tenemos que pensar en ello".

No sólo el fútbol es preocupación del joven futbolista amarillo. Sigue a la espera de que poder encontrar plaza en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para completar su carrera de Enfermería. 2014 es un año en el que conocerá cómo se desarrollan los planes de futuro que ahora están en caldero, a fuego lento, ... pero seguro.

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