La sorpresiva visita arranca la sonrisa al compañero lesionado y también la expectación entre los vecinos de Las Chumberas
T.A.
Valerón tiene estas cosas; su naturaleza es de líder humilde, sensibilizado con todos. Este viernes, tras culminar el entrenamiento en Barranco Seco y antes de acudir a su hogar en Arguineguín, visitó a uno de sus alumnos predilectos. Fue hasta Las Chumberas, en el barrio capitalino, y allí estuvo durante hora y media con su compañero, Alejandro Rodríguez, operado esta semana de rotura parcial de menisco. Pipo ha recibido llamadas de ánimo de toda la plantilla y cuerpo técnico del equipo; esta visita tan especial además le llena de moral, arrancándole una sonrisa antes de iniciar una rehabilitación que se prolongará durante tres meses.
La presencia de Valerón, cómo no, animó a todo el vecindario que de inmediato supo de la presencia allí del genio 21. Atendió con su cortesía habitual a todos los aficionados, la mayoría vecinos y amigos personales de la familia de Alejandro Rodríguez.
Pipo comienza el lunes una nueva fase de su recuperación, siguiendo las instrucciones de los médicos. De momento, todo paralizado, en reposo y en casa. El fútbol de este sábado, por la tele.