M.B.

Entre Las Palmas y el CD Tenerife hay antes del derbi trece peldaños de distancia. Es un dato que traiciona la realidad: existe una enorme igualdad en la Segunda División A esta temporada porque los equipos aún se encuentran entre rentas cortas que pueden cambiar sus trayectorias con una secuencia de resultados.

Entre Las Palmas y CD Tenerife hay, en realidad, seis puntos. Si el derbi fuera de color amarillo, la brecha se abriría de forma apreciable; si acabara con victoria santacrucera, podría incluso variar la mirada sufridora que hasta ahora ha tenido en la competición, acercándose a la nobleza de la clasificación. El derbi tiene otros valores ocultos que bien conocen los jugadores.

Este clásico canario lo afronta Las Palmas como en otras oportunidades: en serias dificultades por el hipótetico número de bajas (cinco: Apoño, David García, Tana, Masoud y Deivid). Es prácticamente la mitad del once que remontó hace dos semanas en la segunda parte el encuentro frente al Barcelona B (1-2), en el Miniestadio. Sin alcanzar velocidad de crucero todavía, el equipo de Sergio Lobera lleva seis semanas instalado en el perímetro o zona de promoción de ascenso. Y varias acariciando los puestos de billetes directos a la Primera División. La Liga la empezó con una decepción en casa frente al Deportivo (0-1), sin merecerla, y hasta Santa Cruz acudirá con la misma sensibilidad: (0-1) ante el Zaragoza, también haciendo votos para ganar.

En el transcurso del calendario, las otras dos derrotas grancanarias se produjeron también en los desplazamientos a Lugo (la peor actuación, 3-0) y en Alicante contra el Hércules (2-1).

Pero Las Palmas ha dado muestras de que puede afrontar importantes batallas como la que se avecina en Santa Cruz. Su victoria en el Molinón (2-3), el día del hat-trick de Maky Chrisantus, es el resultado más descollantes de cuantos se han producido hasta el momento.

El despegue desde las últimas posiciones se produjo de forma decidida pero siguiendo las pautas que el propio presidente Miguel Ángel Ramírez dibujó con un proyecto que camina sin pausas y sin aparentes prisas hacia un objetivo extraviado hace once años. Con su ritmo de caballo trotón.

TRAYECTORIAS DE LOS EQUIPOS CANARIOS EN 2013-14