Ocho cambios, mismo caos
08/12/2013

Del partido escapan las ganas de los 'chiquillos': la garra de Asdrúbal, el esfuerzo de los laterales Castellano y Álvarez, además del afecto que ha nacido entre Leo y la afición

M.B.

Sólo tres jugadores de los que se alinearon de inicio frente al CD Tenerife en el once titular repitieron este domingo frente al Almería en la Copa. Siendo tan pronunciada la diferencia entre una y otra formación llama con poderío la atención que en ambos casos la respuesta anímica en el Heliodoro y ahora en el Gran Canaria sea muy baja; al menos en momentos determinantes del partido. Es parte de esa magia surrealista de un clásico, de una rivalidad que deja herido al perdedor y da alas al ganador. No eran sólo tres puntos los del miércoles, como se puede ver.

Hay dos Unión Deportivas antes y después de disputar el partido al rival blanquiazul. Ni la una ni la otra es el candidato pleno con el que se soñaba a comienzo de temporada o el que se adivinaría detrás de los nombres contratados para fortalecer el segundo proyecto de la era Lobera. Peor es la muestra que han dejado este domingo los actores amarillos, que en apenas diez minutos escucharon las primeras protestas de sus aficionados, como si se adivinara lo que estaba a punto de acontecer frente al Almería.

Algo ha dejado de tener salud en la nave de esta temporada y no es un hecho al azar. Viene caminando y ha logrado en apenas dos partidos dar un giro peligroso. El problema, sin duda, está en la cabeza de los futbolistas. El seísmo interno de la UD se dejó sentir en la primera media hora, donde no pareció un colectivo en pos de un objetivo, aún siendo el mínimo requerido en la ida de un partido de Copa. Las Palmas salió mal del derbi, donde los errores en la confección del partido fueron abundantes. Y ha regresado a casa pidiendo a gritos ayuda psicólogica para resolver las dudas evitaron que se contagia de jugador a jugador. Porque, como decimos, ocho de los actores de ayer no estuvieron de inicio en el derbi maldito.

Nada que discutir, sin embargo, a los canteranos menos habituales. Las ganas de Asdrúbal, el empuje de Aythami Álvarez, la verticalidad de Dani Castellano y el carisma del sorprendente Leo Ramírez quien, sin ser conocido aún por el graderío, es aclamado para tener galones en las jugadas de estrategia. Se estrenaba en casa porque ya había debutado en Copa frente al Sabadell.

Alrededor de Lobera hay muchas caras largas. Él es epicentro, cómo no, de los días de gloria y el ojo del huracán. Y el que ha de resolver los negros nubarrones. Pero, que alguien encuentre una explicación a una realidad estadística: Cinco ausencias de Apoño, cinco derrotas. Se mire como se mire. Llegado a este punto, el derbi y la Copa empezó a perderse en el Miniestadio. Y todavía quedan cuatro encuentros más.

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