Juan Pedro Borrego

Esta semana que ha culminado ha tenido un significado especial en la Ciudad Deportiva. La despedida del año natural ha ido asociada a los gestos solidarios, con recogida de alimentos, de sus usuarios y a la visita mágica de Santa Claus. La piscina, una de las instalaciones importantes del antiguo Martín Freire, fue uno de los lugares estratégicos de esta doble cita en la semana previa a la de Navidad.

Usuarios, nadadores y triatletas se unieron en un frente común desde el lunes. Obtener el mayor registro posible de alimentos fue el reto de las jornadas solidarias del lunes y martes, 16 y 17 de diciembre, respectivamente. Para ello, desde las 7:30 de la mañana y hasta las 11 de la noche de cada uno de los días se mantuvo, al menos, una calle de las ocho en la que se dividen la pileta de la Ciudad Deportiva para realizar una prueba de 800 metros. Los deportistas más avezados, como los nadadores del CN Aguacán y los de la Escuela de Triatlon, participaron en una singular toma de tiempos de esta distancia u otra adaptada según las cualidades deportivas de cada uno de los participantes.

El miércoles y el jueves tocó el turno para los más peques de la instalación. Papá Noel había anunciado su visita a la misma, y los cursillistas se aprestaron a disfrutar de las exhibiciones de las sincronistas del Grancamar y de los nadadores del Aguacán, quiene a su vez sirvieron de escolta en el paseo del mágico personaje.

La ilusión de los péquese se compensaba con la entrega de sus peticiones, algunas muy curiosas por los grandes valores solidariosque se reflejaban en ellas, como al de Georgina: “Papá Noel: Este año lo he aprobado todo y lo único que quiero es pasar un buen año junto a mi familia y amigos y felicidad para todos”.