B.P.

De nuevo está Roberto Santamaría frente a los intereses de la UD Las Palmas, por segundo año consecutivo en la portería de la SD Ponferradina. El meta navarro fue ídolo tras su debut y, desde su marcha, uno de los jugadores más señalados por la afición grancanaria. Dijo este miércoles que no tiene motivación especial al enfrentarse al escudo que le hizo debutar en Segunda División. "Es un equipo más para mí en la Liga ... Siempre que vas a enfrentarse ante un ex equipo te reciben bien y en otras no. No tiene importancia".

Golpea con la indiferencia su pasado en la Isla, el lugar por donde entró en el fútbol estelar. Pero también tiene una zanahoria preparada para los amarillos, porque entre sus comentarios desarrolló la idea de que visita al Toralín un equipo "de Primera División desde el centro del campo hacia adelante. Las Palmas tiene un equipazo", expuso, "porque casi todos sus refuerzos son de Primera. Quiere ascender este año".

A Santamaría le dio la alternativa en 2008 Juan Manuel Rodríguez en la Liga, frente al Celta, en un encuentro en que besó el santo con la parada de un penalti a Cannobio en el minuto 93. Aquello le elevó en el santuario de la época. Más tarde el meta fue una venta no deseada del club grancanario cuando, tras argumentar que sufría extraños problemas de adaptación en la isla, abonó 275.000 euros -de su bolsilllo- para posteriormente recalar en el Málaga, luego Girona y Ponferradina, por fin.

Un codo a codo personal con la UD Las Palmas mantiene. El año pasado, hasta la última jornada por alcanzar el puesto de promoción de ascenso. Este sábado, de nuevo será el último obstáculo para los delanteros de Sergio Lobera.

El gol de Thievy y el fallo de Santamaría