El presidente del Santa Brígida valora el cambio de rol del equipo satauteño de una temporada a otra: 75 puntos en 40 encuentros con el nuevo técnico
M.B.
"Maxi Barrera tiene una varita mágica", indica el presidente del Villa de Santa Brígida, Rodríguez Hilarión, que saborea de nuevo la estancia del conjunto satauteño en las posiciones de promoción de ascenso, como primer representante del fútbol grancanario en la Tercera División. "Teníamos 17 puntos cuando el nuevo técnico llegó al equipo al terminar la primera vuelta del año pasado. Habíamos perdido 0-3 con el Mensajero y empezamos una nueva etapa. Barrera tiene las ideas claras, se ha metido en la piel de los jugadores y está logrando metas que estaban por encima de nuestros retos este año".
22 victorias en 40 encuentros, 75 puntos logrados bajo su batuta, una nueva idea y aspiraciones de volver a la Segunda B que, aún de manera tímida, vuelven a nacer en Los Olivos. Los primeros sorprendidos de manera agradable son los propios dirigentes del club. "A nivel deportivo", comenta Hilarión, "estamos superando retos iniciales. Quizá incluso todavía pudiendo mejorar lo realizado, porque hemos dejado algunos puntos en el camino que podríamos haber conquistado. El equipo está muy unido y se vive desde dentro una ilusión que va creciendo. No obstante", matiza, "sabemos que hay gigantes dormidos en el campeonato y que van a despertar por pura lógica. Creo que Vecindario y Estrella tienen plantillas que están capacitadas para pelear por la promoción. Nosotros seguiremos en nuestra línea de sacrificio, llevando una gestión en la que podamos mantener muy unida a la plantilla como se ha realizado hasta ahora".
Un centrocampista y un delantero
Rodríguez Hilarión (imagen de la derecha) cree que la órbita del entrenador es clave en este asunto. "Hicimos el equipo que Maxi consideraba, con una plantilla en la que hemos tenido en cuenta sus gustos futbolísticos. Pero somos un club modesto. Ahora mismo disponemos de 16 futbolistas pero ... Maxi implica a la gente en el proyecto. Eso se nota en el terreno de juego".
A pesar de las dificultades, la directiva satauteña actúa por potenciar la plantilla. "Nos proponemos buscar un centrocampista más y un delantero, para tener recambios de hombres tan importantes para nosotros como lo están siendo Futre o Pablo Álvarez y Yeray Ortega. Nuestra capacidad para negociar está condicionada con respecto a otros equipos, como Mensajero o Tenisca, que ya están realizando movimientos en el mercado invernal. Nosotros ofrecemos al futbolista la posibilidad de reivindicarse en nuestro equipo. Un ejemplo de ello es Héctor Marrero, cedido por Las Palmas. Está creciendo muchísimo en nuestro club, convertido en un hombre importante para muchas facetas del juego. Cuando termine la temporada será otro jugador distinto, mejorado, en referencia al que vino recién terminada su etapa juvenil".
"Si ascendemos no cometeríamos locuras"
"¿Subir a Segunda B?. Ufffff. Vamos con los pies en la tierra", comenta Hilarión. "Disfrutaremos de este momento para ir paso a paso en el calendario. Pero si se diera la posibilidad de jugar de nuevo en la división de bronce no cometeríamos las locuras de antaño. Eso lo puedo asegurar. Nuestra propuesta es clara: nada de jugadores del exterior, futbolistas canarios que quieran proyectarse. El ejemplo de esta temporada de Las Palmas Atlético, salvando las distancias, es un proyecto a seguir. Con jugadores canarios se puede llegar lejos en la Segunda B".
El déficit del club, pese a su bonanza deportiva, está en las gradas. "Esperamos que la gente de la villa se anime. En algunos encuentros hemos tenido buena presencia de aficionados, pero es algo ya tradicional que acompaña el equipo. El esfuerzo y la ilusión de nuestra plantilla lo merece".
Maxi Barrera, sobre estas líneas, entrenador de Santa Brígida. Los datos de su rendimiento en el club tras pasar la pasaada temporada del San Pedro Mártir al Villa (B. Torres)