El zaguero grancanario muestra a Tinta Amarilla su creciente museo personal de objetos y recuerdos deportivos; todo en su hogar respira fútbol
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Manuel Borrego
Deivid tenía claro que cuando fuera futbolista profesional iba a poseer su propio espacio para los recuerdos. Su historia, paso a paso, narrada en las prendas, imágenes, banderines, ... que desde niño ha ido almacenando. Su amigo y ex compañero Santi Lampón le puso en marcha con el intercambio de camisetas con jugadores rivales, pero además otros objetos de su historial deportivo ya están catalogados y organizados en su rinconcito de Visvique. "Esto era lo que yo soñaba. Tener una casa y dedicar un espacio a guardar todas estas cosas que son importantes para mí. Es mi propio espacio, donde logro desconectarme y saborear mi profesión. Porque yo vivo el fútbol con mucha intensidad; es mi manera de disfrutarlo".
Está en realidad Deivid, el defensa central de la UD Las Palmas, en la génesis de su propio museo deportivo. Él lo desconoce, pero antaño fueron célebres algunas colecciones de miembros del equipo que ahora defiende. La que más, la del doctor Emilio Tomé, que llegó a guardar piezas de recorrido insospechado, como la última botella que bebió Juan Guedes como futbolista; balones, camisetas y hasta maletines de aquellos largos viajes de antaño. Y, cómo no, el coleccionista por excelencia: Carlitos Morete, que realizaba el intercambio de casacas deportivas con las principales figuras del fútbol español y mundial. Todas ellas están en Buenos Aires, para deleite de su hijo Omar, un hombre al que le gusta sumergirse en la historia del balompié.
Deivid no quiere llegar tarde a su proyecto personal. "Tengo 24 años, he empezado pronto y me queda mucho por recorrer. Vivo esperanzado con hacer una colección de camisetas de Primera cuando juegue en esa categoría con la UD Las Palmas", apunta en su cálida recepción a Tinta Amarilla.
Una reproducción de su habitación en Sevilla. Deivid es un romántico. Hasta tal punto calaron sus vivencias en el Sevilla, que una de las habitaciones de su casa es una reproducción de su residencia en la capital andaluza, donde vivía en solitario. Preside la estancia un gran escudo del club de Nervión, el equipo que marcó una fase importante en su carrera deportiva (Foto: C. Torres)
"Me gustaría la de Xavi, el jugador que cambió el fútbol"
Fotografías, trofeos, prendas, botas, banderines, camisetas, ... "Mi madre, Mercy, sabe bien cuáles eran mis deseos. Un día llegué a casa y me encontré todo ordenado. Había montado una vitrina y me había colocado perfectamente las cosas que ya estaba coleccionando. Fue una agradable sorpresa, ahora me toca seguir". Puyol, Muniaín, Ballesteros, Novo, Ozil, ... y Negredo, "un compañero especial para mí", ya tienen su sitio en la residencia aruquense. "¿Cuál me habría gustado tener ya?. Sin duda la de Xavi Hernández, porque es un jugador que admiro. Su manera de entender este deporte ha cambiado los conceptos del fútbol".
Aspira Deivid algún día, antes que después, a hacerle la oferta de intercambio a Messi y Cristiano Ronaldo, pero tiene pendiente de conseguir una que se ha puesto especialmente complicada. "El 21 de Juan Carlos Valerón debe tener un sitio de honor en esta casa. Todavía no he podido obtenerla porque comprendo que le salen compromisos todos los días. Para mí, jugar a su lado ha sido una de las ilusiones que jamás creí cumplir. El día de su presentación nos vimos por primera vez en el vestuario del Estadio. No podía creer que estuviera entre nosotros. Se acercó y me dijo: ¡Qué tal, Deivid!. Me conocía y todo. Se lo dije a mi madre por teléfono. Luego", añade, "descubres que es una persona sensacional, que tiene un trato cercano y sencillo con todo el mundo. Donde quiera que vamos con él, a cualquier rincón más lejano del país, todas las personas quieren a Valerón. Es único".
La elástica que le habría gustado intercambiar, si el tiempo lo hubiese permitido, es "la de Germán Dévora. Le conocí desde niño y despertó entre todos nosotros una admiración muy grande. No le vi jugar, ni en vídeos; sí entrenar y tocaba la pelota de maravilla". Deivid recuerda que Germán estuvo cerca en sus primeros pasos deportivos. Le vio partir del club y, más tarde, él mismo se fue porque "me matan las injusticias. Cuando sucedió aquello en la época de Manolo Torres, con la salida de Tino Luis Cabrera, la mayoría de los técnicos de la cadena filial dejaron el cargo por solidaridad. El mío, que era Javier Sintes, también. Yo era un niño pero en ese momento decidí que también me iba, con el dolor de dejar la Unión Deportiva Las Palmas. Vino hablar conmigo Tonono Rodríguez, que empezaba en su cargo de filiales, pero mi decisión no tenía marcha atrás. Luego Germán me volvió a captar para el Unión Viera, de ahí al Universidad, ... al Sevilla y ahora en Las Palmas", recuerda. "Como dije, estoy empezando".
Pero hay un hueco que aún no tiene espacio definido. Lo explica el jugador: "Mi propia camiseta con la UD Las Palmas. No sé cuál será la primera que elija. ¿Quizá la del primer gol?. Es raro lo que me está pasando porque siempre he marcado en todos los equipos donde jugué. En Las Palmas se me resiste. Soy defensa, pero me gusta salir al ataque. Con Apoño me divierto mucho en el campo puesto que él realiza coberturas defensivas y permite a los centrales salir al ataque. He tenido mis ocasiones de marcar, pero el gol se hace esperar. El otro día (sonríe) pasó algo curioso. Aythami Artiles subió por primera vez al ataque esta temporada y marcó al Mallorca. Por eso le dije allí: ¿cómo me haces ésto?. Te enseño el camino y marcas el gol antes que yo ..."
El capitán alevín de la UD custodia el banderín del Ajax
Una colección de pequeños banderines de distintos clubes o acontecimientos relacionados con el deporte decoran un sector de la pared cercana a la vitrina. Preside la escena de forma elegante un banderín rojo y blanco del histórico Ajax de Amsterdam. Fue esta pieza una de las primeras conquistas personales de Deivid. Corresponde a las semifinales del Mundialito de clubes que se disputó en Gran Canaria cuando él todavía estaba en edad alevín. El hoy central amarillo era el jefe de los pequeños genios y, "como capitán hice el intercambio de banderines con el del equipo holandés. Aquí está el que nos correspondía" (imagen de la derecha).
El partido contra los neerlandeses se disputó en Las Rehoyas y la victoria correspondió a la UD Las Palmas por 3-1. La final se disputaría más tarde frente al FC Barcelona, con derrota 2-1 para la representación grancanaria, en una plantilla en la que ya deslumbraba un niño prodigio, Tana, y en la que se encontraba entre otros el hoy sevillista Vitolo Machín.
El entrenador verdugo de la UD Las Palmas era ... Sergio Lobera.
La camiseta del debut en Primera División, en el estadio Sánchez Pizjuán
Aquello sucedió el 2 de abril de 2012 en el estadio Sánchez Pizjuán. Faltando unos minutos para el final, cuando el Sevilla redondeaba la victoria 3-1 sobre el Real Mallorca, Michel González vio la posibilidad de darle la alternativa en la Primera División al capitán del filial del club. Salió el grancanario Deivid al campo relevando al chileno Medel, para cumplir un sueño "que se tiene que repetir con la UD Las Palmas. Quiero jugar muchos años más en Primera", comenta convencido de que así será
Deivid guardó la camiseta de su estreno (imagen de la izquierda), en un ciclo en el que gozaba de la total confianza del entrenador sevillista. La elástica la conserva con la firma de todos los compañeros de la plantilla profesional andaluza, entonces convencidos de que el defensa isleño iba a echar raíces en el proyecto del club.
Jugó varios encuentros más e hizo colección. Y hasta convenció al germano Ozil, del Real Madrid, para que pusiera su aportación al museo que venía en camino. "Cuando terminó el partido fui a por él. Le dije: con todo lo que me has hecho correr durante el encuentro, lo menos que podrías hacer es darme la camiseta". Y eso hizo.
Un truco artesanal para poder jugar el derbi sevillano
Un partido de rivalidad de filiales en Sevilla tiene tanto sabor como el de profesionales. El primer clásico pasó por la vida de Deivid con su propia anécdota, que lleva hasta su baúl de recuerdos. Todo comenzó porque había recibido un pisotón en el encuentro anterior. El grancanario sufría una gran hinchazón y dolor en el pie derecho. Pero ese, en realidad, no era su principal problema. "La bota no me cabía; me apretaba muchísimo y era imposible jugar en esas condiciones. No tenía la posibilidad de comprar un nuevo calzado para el partido, porque el problema habría sido el mismo".
Deivid, decidido a no perderse el partido contra el Real Betis, ingenió la forma de participar en el encuentro. El jugador exhibe la bota afectada (imagen de la derecha) que estaba en el escaparate para mostrar la costuras que él mismo realizó. Explica: "Como no me cabía el pie, rompí el calzado por delante haciéndole un boquete para que se ensanchara. Y después tuve la paciencia de coserlo. De esta manera pude ponerme la bota derecha y pude también jugar el partido contra el Betis. Y, para colmo, marqué un gol ... con el pie hinchado".
Aquel calzado deportivo no volvió a ser usado porque quedó muy deteriorado y porque, además, el defensa grancanario se recuperó de una lesión que tuvo un final dulce.
El aprendizaje para marcar un gol de chilena
Los niños de la época tenían cierta preferencia por el botín de la marca Joma 'de Alfonso Pérez', el futbolista de moda en España, que militaba en el Real Madrid. Y a Deivid se le pasó por la cabeza que quería marcar un gol de chilena, como Alfonso.
Lo practicó antes. "Mi padre me centraba el balón y yo intentaba golpearlo con una acrobacia", recuerda. Una y otra vez lo ensayó, hasta que en el partido de aquel fin de semana Deivid salió y marcó de chilena. Y aquel botín blanco, cuando estaba en categoría infantil, está aún en sus manos (imagen a la izquierda) como reliquia de una niñez futbolística y atrevida.
