Indignación y desaprobación
21/01/2014

Por José Juan Santana Ojeda

Cuando esta mañana veo en la prensa local que una vez más se repiten incidentes espurios y antideportivos en El Deporte Base, se me acumulan sentimientos de indignación y desaprobación. Al mismo tiempo que se atropellan ideas y fundamentos en cuanto a las formas y maneras de luchar eficazmente en poner frenó a estos lamentables episodios que por desgracia se repiten más de lo que se piensa ya que sólo los más graves llegan a las páginas de los periódicos.

Recientemente tuvo reconocimiento nacional la acción de un deportista de corta edad que medio entre su entrenador y el árbitro del encuentro para que terminaran en su acalorada discusión: "El niño sólo quería poder seguir jugando".
La imagen que reflejó la acción del niño se difundió por todo nuestro territorio nacional, fue portada de periódicos y noticia de informativos en los canales de televisión por la circunstancia de lo "extraño" de esa situación: Un niño aleccionando a sus mayores en valores como deportividad, educación, buenas formas, etc.

Los niños son los únicos protagonistas en las diferentes modalidades deportivas donde juegan y compiten dentro de La Organización del Deporte Base y no pueden ser víctimas de la insensatez, ignorancia y brutalidad de un entorno no propicio para lo que debe ser el único objetivo: pasarlo bien dentro de un ambiente sano y deportivo.

Ese entorno que va desde los propios compañeros, directivos, técnicos, árbitros, padres, familiares y acompañantes tienen la obligación de favorecer que el objetivo se vea cumplido porque es la semilla que garantiza una buena cosecha para recoger en el futuro inmediato un deportista en toda la extensión de la palabra y no por el contrario, un vándalo que terminara apartado del deporte por sí mismo o por exclusión federativa.

Desde las páginas de Tinta Amarilla lanzo una idea a la Universidad de Las Palmas de G.C.: se debería realizar un estudio que termine en un guión curricular que afecte en cuanto a la educación en el deporte a familias, escuelas y clubs deportivos de base en el objetivo de conducir el entorno del niño deportista sobre unas pautas de conducta que fueran marcadas dentro de las edades y ciclos deportivos con sesiones formativas en la escuela y dentro de los clubs a todo ese entornó (especialmente a padres) y que de forma obligatoria se puedan ir cubriendo esas etapas de información/formación.

Si de lo ocurrido este fin de semana parece existir vídeos de cámaras de seguridad, se tendría que prohibir la entrada a recintos deportivos donde jueguen menores a los causantes de tales desmanes y los clubs de base y Federaciones tienen mucho que decir y hacer en promover de forma obligatoria normas internas hacia el entorno de los niños que conduzcan a mejorar esta situación.

No basta con llenarse la boca para decir que se tiene cientos de niños dentro de un club de deporte basé y que se consiguen campeonatos y títulos... Añadan que se preocupan de igual forma en trabajar para que esos niños sean mejores personas y en controlar el entorno de los mismos.

¿Difícil quimera? Pues tanto como educar a tu hijo dentro de unos cánones sociales y normas de conducta para que llegue a ser persona antes que un buen jugador. Y ratifico: si un club quiere, puede ayudar muchísimo en el control de padres, familiares y acompañantes. Sin eludir en todo esto, que los primeros culpables son los protagonistas de estos indefendibles hechos.

 

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar