T.A.

La pasada final de la Liga de Gran Canaria estuvo bañada en polémica cuando la aplicación del reglamento hasta sus últimas consecuencias impidió que Joan Lajo -entonces puntal C del Adargoma- saliera a la arena a bregar frente al Unión Agüimes, en aquel momento representado por el destacado Nichel Hernández. La asamblea general de la Federación Regional, reunida este fin de semana en Gran Canaria después de dos años de espera, abordó entre otros asuntos lo acontecido en aquel encuentro disputado en Las Huesas hace un año, que trajo graves e importantes secuelas para el vernáculo deporte.

La problemática suscitada se produjo cuando Lajo, en su primer cruce de la jornada, presentaba una costra en el brazo izquierdo -según indicó- producto de una rozadura con una prenda deportiva de un compañero. No la documentó con el pertinente certificado médico antes de la final, sí en cambio un día después. Tras la reunión del trío arbitral de aquella luchada y previa protesta del bregador y capitán del Agüimes, se acordó la descalificación de Joan Lajo aplicando el punto 11.4.2 del reglamento. "Poseer en cualquier parte del cuerpo que pueda rozar con su contrincante, heridas o costras. Salvo que al comienzo del encuentro aporte certificación medica de fecha no anterior a dos días de la luchada, donde se especifique que las mismas no implican peligro de contagio para sus contrincantes", textualmente.

Esa parte de la 'biblia' de la lucha canaria será a partir de ahora más flexible, a propuesta del Jurado de Garantías regional, liberando a los colegiados de la responsabilidad de descalificar de forma inequívoca a un luchador. La modificación se realiza porque un deportista en circunstancias similares a la de Joan Lajo podría luchar siempre que se le aplique "un vendaje compresivo y el colegiado aprecie que no puede haber contacto o infección", avanza a Tinta Amarilla el miembro del jurado, Cornelio Ojeda.

Se evita con este cambio reglamentario un problema de grandes proporciones como el que se produjo en la Liga de Gran Canaria 2013-14, que acabó en los despachos de la Dirección General de Deportes para resolver de acuerdo a la actuación realizada por el colegiado principal de aquella, Héctor León, y por la lectura exquisita de la norma.