El éxito no mira el reloj
30/01/2014

El Villa vio partir a su goleador Héctor por una mala valoración de su secretaría técnica; en el Estrella estuvo seis meses antes de vestirse de amarillo y derribar las puertas de la UD

M.B.

Cuando la directiva del Villa de Santa Brígida se percató aquel verano de lo que había sucedido con Héctor Figueroa (el hombre de los 18 goles en la temporada 2011-12 con el club satauteño) al delantero ya lo habían perdido. Recuerda el presidente del club, Rodríguez Hilarión, que una mala decisión del anterior secretario deportivo del Villa facilitó la marcha del goleador con destino a Sardina del Sur, a seguir su camino silencioso con destino final en UD Las Palmas. "A Héctor se le valoró mal. Le propuso nuestro secretario técnico una oferta que estaba muy a la baja: 100 euros al mes. Y cuando nos dimos cuenta, el jugador ya estaba en Sardina del Sur. Ahí estuvo listo Pedro Sánchez (vicepresidente del Estrella), que se percató de su valor. Nosotros sabíamos de este jugador que es un deportista noble, un excelente futbolista y un magnífico muchacho. Le perdimos con toda la pena del mundo, al igual que a su hermano David, al que hemos podido recuperar esta temporada tras los cambios que tuvimos en el club".

Ese pasaje de la vida profesional de Héctor Figueroa ocurrió en el verano de 2012, apenas hace año y medio. Es botón de muestra de lo dura que ha sido su trayectoria hasta llegar a la UD Las Palmas en enero de 2014, como nuevo integrante del primer equipo. A Héctor lo había rescatado el Villa procedente de Las Torres, como recuerda Hilarión. "Marcó muchos goles y ya se veía que había en él buena madera de goleador. Año a año mejora", comenta. "¡Y aún no ha terminado!".

El Estrella se aprovechó de ese error de cálculo y le puso a las órdenes de Pepe Sánchez. Siete goles con el equipo verdillo, uno de ellos para derrotar a Las Palmas Atlético, antes de que Víctor Afonso insistiera de manera cansina hasta agotar la moral de los captadores del club. El pase de Héctor a Las Palmas Atlético se produjo cuando, precisamente, el Estrella visitaba el Anexo. Y fue posible porque se daba otra circunstancia que lo favorecía: el Estrella creyó que el cedido Adrián Hernández podría aportar tantos goles como el jugador que enviaban al segundo conjunto amarillo, con 24 años cumplidos y un sueño por cumplir.

Los dos cálculos del club del Sureste se cumplieron. Héctor anotó 11 tantos con Las Palmas Atlético, incluso en la promoción de ascenso con el Tuilla, para ayudar al éxito al segundo representativo del club. Adrián, de igual forma, expresó en Las Palmitas su olfato realizador. Dejó a todos contentos.

Pero la progresión Héctor no iba a parar. 14 tantos en su primera participación en Segunda B no pasan inadvertidos; Delev hace las maletas, los responsables técnicos del club apuestan él y el aficionado aplaude este salto. Por Héctor ya preguntaban equipos de Segunda División española (se habla de Mirandés y Ponferradina), también en la segunda categoría inglesa, pero no ... Llega arriba, maduro en lo personal y en lo profesional, con mucho hambre todavía.

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