La segunda crisis profunda de la temporada
03/02/2014

La plantilla es citada en el Estadio de Gran Canaria este lunes para el entrenamiento vespertino, en un ambiente de creciente incertidumbre en torno al cuerpo técnico

M.B.

La derrota ante la SD Éibar, por la trascendencia clasificatoria, antecedentes y la expresión dejada por la UD Las Palmas en el terreno de juego de Ipurúa, ha abierto la segunda crisis profunda de la campaña en la que el representativo grancanario apuesta con todo por el ascenso a la Primera División. El dolor de la pérdida del derbi ante el CD Tenerife, donde los amarillos fueron minimizados por el excelente juego blanquiazul, encuentra esta semana paralelismo en lo ocurrido frente al conjunto armero, confirmado ya como una de las revelaciones del campeonato.

El entrenamiento de este lunes se ha convocado de última hora para el Estadio de Gran Canaria, cambiándose desde el emplazamiento inicial en Barranco Seco. Todo ello ocurre en torno a una creciente incertidumbre sobre el cuerpo técnico que encabeza Sergio Lobera. Canarias7, en su edición de este lunes, avanza la fecha del partido contra el Numancia como frontera para conocer la estabilidad en el banquillo del cuerpo técnico en el que Juan Carlos Socorro y Manu Sayabera son los hombres de confianza del entrenador aragonés.

Desde su llegada a Gran Canaria, Lobera se ha visto obligado a timonear una nave en ambiente tormentoso, contando siempre con el respaldo del consejo de administración y en especial por el presidente de la entidad. Sus dos primeros meses en Gran Canaria se desarrollaron con resultados inestables que llevaron al equipo hasta tocar fondo, para relanzarse a raíz de la victoria en la prórroga frente al Racing de Santander. Aquella gasolina le proporcionó fuerzas a la UD Las Palmas para alcanzar la promoción de ascenso en la pasada Liga.

Sin embargo, el proyecto actual es ambicioso en mayores proporciones. Los resultados mandan y el equipo, tras casi seis meses de competición, no ha mostrado a nivel futbolístico el candidato que se esperaba. El entrenador, idolatrado la pasada temporada por el graderío, no goza esta temporada de tan solidario respaldo, como la afición le ha hecho saber en algunas citas posderbi, en el Estadio de Gran Canaria.

Y en febrero el hielo de la Liga empieza a romperse en mil pedazos, con la UD sin encontrar la velocidad que requiere para adheriirse a las primeras posiciones. La semana ha comenzado con dura resaca y galopante malhumor.

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