La primera intención de la UD Las Palmas, tras renovarle hasta 2017, es reincorporarle con los profesionales en 2014-15, pero su excelente campaña con el filial no escapa a los debates internos
M.B.
El año de préstamo que Roque Mesa afrontó en el Atlético Baleares fue una inversión fructífera para él y para el club materno. Ha vuelto mejor futbolista en todas las facetas del juego; las perceptibles y las invisibles. Es el hombre que está en el puesto de mando del equipo que sorprende a toda España en la Segunda División B, el mejor filial de la historia de UD Las Palmas desde que una sección del club compite en la categoría de bronce. Eso dicen los números y también las sensaciones del conjunto filial en los campos de juego.
El nombre del centrocampista teldense lleva meses en la mesa de la comisión deportiva de la entidad. Tanto que suscitó su propio debate en el mercado de invernal, en parecidas proporciones quizá a las del goleador Héctor Figueroa. Porque en las circunstancias actuales -deportivas y económicas-, Las Palmas Atlético se ha convertido en enero de 2014 en la primera y única fuente de refuerzos para el candidato amarillo. La reclamación de Lobera para la segunda vuelta fue la de un goleador, pero la actuación de Roque no ha pasado inadvertida esta campaña, hasta el punto de que el club se anticipó a cualquier movimiento y le firmó en noviembre pasado la renovación hasta 2017, antes de que su nombre circulara en los escaparates de la segunda etapa de contrataciones. La intención con Roque Mesa es 2014-15. Sin embargo, dos dorsales están vacantes en la primera plantilla y el mensaje futbolístico de Apoño no es tan llamativo ahora como en su explosivo inicio.
Cualquier actuación sobre Roque está, por el momento, paralizada. La Segunda División, en cualquier caso, no le es extraña. Debutó en esa categoría el 8 de octubre de 2011, en Balaídos (1-2, imagen de la izquierda), con Juan Manuel Rodríguez en el banquillo. Jugó ese año 22 partidos con el primer equipo, para luego seguir en la promoción de ascenso con el filial y afrontar la referida cesión al Baleares (33 encuentros y 3 goles). En 2013-14 es el único centrocampista que no ha sido cuestionado por Víctor Afonso en las formaciones del líder del grupo II: 22 partidos, 1918 minutos, cuatro goles y dos asistencias. Sus únicas ausencias se debieron a sanciones federativas. Roque mantiene su buena técnica, aderezada con un mayor grado de combatividad en todas las fases del juego. Ordena, distribuye, corta, asiste y remata. Es el primer tapón defensivo del segundo equipo menos goleado de la división (14), también el hombre que canaliza el primer pase de ataque.
Y son los resultados los que mandan. Los que cosecha el primer equipo no solo generan debates, también muchas interrogantes. Y en esa fase de incertidumbre es donde cualquier cosa pueda ocurrir en el tramo final de la temporada.
Roque se dispone a sacar un corner, en una de sus actuaciones con el primer equipo de UD Las Palmas (C. Torres)
