B.P.

El Herbalife Gran Canaria tropezó en Málaga contra una muralla insalvable (83-60). El sueño isleño de derribar al gigante blanco duró apenas unos segundos, los que corrieron desde la canasta inicial de Newley hasta la remontada inmediata del Real Madrid, que no dejó cabo suelto alguno para la sorpresa en el primer encuentro de los cuartos de final de la Copa del Rey, torneo que desde este jueves se disputa en el Martín Carpena de Málaga.

La salida del Real Madrid fue aplastante, sin dejar un instante de serenidad a los hombres de Pedro Martínez. Quería abrir brecha y lo consiguió en pocos minutos, El acierto blanco en el tiro exterior, la velocidad de sus pivots en el contragolpe y el talento de Rudy Fernández asociado a Sergio Rodríguez, cuando el tinerfeño se metió en la pista, generaron un caudal anotador para el equipo de Pablo Laso que no supo retener su desbordado oponente.

El Madrid se gustaba. Alley-oops, tiros lejanos, posesiones cortas y certeras, además de un amplio abanico de combinaciones en el juego ofensivo explicaban sobre el parqué de Málaga el por qué el poderoso tiburón blanco está consumiendo a todos sus rivales en las competiciones domésticas.

Cuatro anotadores amarillos en el primer periodo

Por contra, el Gran Canaria sólo irrumpía en el marcador cuando acertaba en las proximidades del aro. Porque la principal rémora del equipo insular fue no secundar el ritmo de su oponente en el tiro exterior, una asignatura que ya gozaba del suspenso al término de los dos primeros cuartos. Los amarillos ofrecían un parcial de 2 aciertos (Newley y Nacho Martín) después de haber realizado dieciséis intentos en jugadas de tres puntos. Ese dato, contrastaba con las cuatro canastas triples de nueve lanzamientos de su oponente, que además dominó en los dos tableros y en las jugadas de velocidad.

El ataque se convirtió en un quebradero de cabeza para Pedro Martínez. No solo por los desaciertos propios sino por el alto nivel defensivo que ofreció el Madrid cuando quiso llevar al partido a su fogón. Sólo cuatro de sus jugadores alineados por el Gran Canaria -Tavares (8 puntos, el mejor en todos los aspectos del Gran Canaria), Newley (5), Hangsbrough (4) y Nacho Martín (3)- sumaban para un equipo que al descanso ya se obligaba a remontar 21 puntos en contra (41-20), con el añadido de no tener a su cerebro, Oliver, en las mejores condiciones posibles por una lesión en la muñeca diestra.

Mejoría en la segunda parte

Con este panorama, el Gran Canaria afrontó una segunda parte en un ambiente de necesidad de quemar las naves para intentar lo imposible ante un rival crecido, dominante y acertado. El pundonor de Tavares ponía en pie a los aficionados neutrales y grancanarios. Su empuje levantó el ánimo a los amarillos en la segunda parte, donde el partido se igualó en el parcial, aunque no en su globalidad porque el Real Madrid sabía administrar la buena renta de la que siempre gozó.

La ventaja blanca nunca bajó de ningún listón psicológico, por lo que la máxima deseada por Pedro Martínez (forzar un final de partido igualado entre los dos equipos) quedó frustrado. El Gran Canaria caía con dignidad en su novena participación en la Copa del Rey ... que no será la última porque en 2015 le tocará ejercer por primera vez como participante anfitrión.

Alineaciones:

Real Madrid:Llull (6), Rudy Fernández (17), Mirotic (17), Darden (2), Bourousis (6) -equipo inicial- Reyes (13), Sergio Rodríguez (4), Jayce Carroll (9), Slaughter (2), Mejri (2), Draper (2) y Díez (3)

Herbalife Gran Canaria: Bellas (10), Hangsbrough (9), Newley (7), Báez (5), Tavares (16) -quinteto inicial- Oliver (1), O'Leary (-), Nacho Martín (9), Beirán (3), Cruz (-), Alvarado (-) y Borovnjak (-).

Parciales cada diez minutos: 19-9, 41-20, descanso, 61-43, 83-60, final

Arbitros: Emilio Pérez Pizarro, Antonio Conde y Calatrava.

Pormenores. Primer encuentro de cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, de Málaga. Sonora presencia de dos centenares de seguidores grancanarios.