No queda otra cosa que quitarse el sombrero y aplaudir al rival. El Real Madrid no dio opciones, fue superior y terminó doblegando a un Gran Canaria que dio la medida justa de sus posibilidades en estos momentos. Fue, haciendo un juego de palabras, un Gran Real Madrid, el que se impuso a un Real Gran Canaria, donde, eso sí, nos quedará el orgullo de ver una versión irrepetible del mejor jugador amarillo que ha pasado por una fase final de la Copa del Rey, al menos, en lo que a los números estadísticos se refiere. Porque Eddy Tavares, aparte de por su tamaño, mejora la versión de valoración que en 2011 ofreció Jaycee Carroll, aparte de batir otros registros del club grancanario en una fase final.

Muy fácil lo tenía el equipo de Pedro Martínez para rendir su bandera antes de llegar al final. El Madrid se mostró intratable, con ninguno de sus doce jugadores dando una valoración negativa en el partido. Apenas falló el conjunto blanco para cumplir con los pronósticos en los cuartos de final. Jamás le pudo la presión y jugó intratable desde el inicio del partido para impedir cualquier atisbo de sorpresa amarilla.

Y eso que enfrente tuvo a un Gran Canaria que se mostró entero, pero con las deficiencias marcadas esta temporada en el tiro exterior, sin el cual, se reconoce muy predecible y también muy frágil en el ataque. Y eso, que en esta faceta contó Martínez con un Tavares sorprendente. Al joven caboverdiano apenas le pesó la responsabilidad de un partido magnánimo y un escenario que puede hacer temblar el pulso a cualquiera. Ni las miradas de los ojeadores; ni las cámaras de televisión, impidieron que el 'techo' del Herbalife pusiera el listón más alto en una actuación individual en la Copa de un jugador   del Gran Canaria, de lo que lo había puesto Jaycee Carroll, ahora en el bando rival, tres años antes.

Los 31 puntos de valoración de Tavares, sus doce rebotes totales y 8 en ataque, que también son marca récord de un jugador amarillo en un partido de la Copa, son un buen síntoma de que el equipo tiene mimbres para el futuro, si se consigue retenerlo al menos hasta el 2015, cuando el Granca sea anfitrión de la fase final de la Copa. Es evidente que se necesita hacer algunos retoques más, como fortalecer la estabilidad en el perímetro, y ofrecerle otro 'cinco', en este caso era Xavi Rey, que no llegó a tiempo, para completar un grupo más homogéneo.

El carácter Granca ya se tiene. Se ha afianzado éste en nueve participaciones en una fase final, y en Gran Canaria se vivirá la décima oportunidad y en un escenario que debe enamorar a los seguidores. Todos echamos de menos un poco más de competitividad en esta edición malagueña, pero no cabe duda de que, visto cómo se desarrolló el encuentro, ante este Madrid poco más se podía hacer y menos, si el tiro exterior no contó con una de sus mejores jornadas. Esperemos que en 2015 sí sea así.