Revolución fallida
15/02/2014

Por Higinio Medina

Cierto es que las circunstancias obligaban a la Unión Deportiva Las Palmas a realizar cambios en su visita a Jaén (3-0), como también es cierto que el "fondo de armario" se debe usar con criterio y está para algo más que para decir que se tiene, pero la realidad es tozuda y la impresión que se transmite, a pesar de la amplitud de la plantilla y de la pequeña revolución experimentada en tierras andaluzas, es que algo no termina de encajar.

Ante las distintas coyunturas ha de existir un plan. Puede ser el A, el B, el C, hasta el infinito si se quiere. Hoy, un día más, nos volvemos a encontrar con una nueva derrota de los amarillos. Una nueva derrota que catalogaríamos de dolorosa con respecto a situaciones similares, pues los jienenses, tirando de pragmatismo, lograron una victoria basada en la efectividad y en la incoherencia de su rival que terminaba el partido con un 2-4-4.

Hablar del partido de esta noche nos lleva a un mar de dudas. Se crearon muchas oportunidades (lamentablemente erradas en su totalidad), pero qué influyó para que se generaran. ¿La estrategia propia o la del rival?. Se fue más vertical que en ocasiones precedentes. ¿Fruto de la estrategia propia o por la del rival?.

A lo largo de la semana hemos leído declaraciones del entrenador y de los jugadores en las que se hablaba de fortaleza para continuar, de la tranquilidad que hay que dar al entrenador, de cargas negativas, de la confianza que piden jugadores para realizar su cometido, de que toda la plantilla está con el míster, etc. etc., pero al final todos son palabras, buenos deseos diríamos, pero no es suficiente. Lo verdaderamente importante y la mejor de las explicaciones que se pueden dar a sus seguidores es hablar en el terreno de juego. Ahí es donde hay que demostrar lo que se dice, lo que se siente, pues si nos atenemos a los comentarios y lo comparamos con la realidad es que, también, algo no termina de encajar.

Analizar en profundidad qué sucede es responsabilidad de todo el entorno que rodea al equipo, dejando al margen al aficionado y sus fuentes de información, pues ese entorno es el que vive las interioridades y es el que sabe dónde están las respuestas. Es una actividad colectiva y como tal, sin dejar de lado el plano individual, es el colectivo quien ha de buscar la salida a la desazón generada dentro y fuera del equipo. Desde nuestra perspectiva podemos hacernos una opinión y si tenemos que darla utilizaríamos un ejemplo que lo dice todo por sí mismo: "el partido de hoy frente al Jaén". Ahí está el problema y de ahí se debe sacar la solución.

 

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