Un magnífico escenario para Gran Canaria
19/02/2014

La mudanza al nuevo pabellón va a significar un cambio rotundo; una instalación llena de colorido y de detalles perfeccionistas, dignas de un residente en la ÑBA

Juan Pedro Borrego

La entrada principal del Gran Canaria Arena ya advierte que en el interior aguarda un escenario magnífico. La fachada en hormigón armado desnudo, sólo recubierto con una pintura especial que le protege de los ataques de los agentes externos durante un periodo de unos 15 años, parece un frío mural que no logra eclipsar el colorido y luminoso interior. Las horas se apuran para que el día 23 de abril, cuando el nuevo Pabellón Multiusos recibirá su primera representación oficial, todo esté lo más correctamente montado después de casi tres años de dura carrera contra el reloj. El Gran Canaria Arena se presenta ya como un nuevo orgullo para el deporte canario, y el escenario en el que se anhelan días de gloria para éste.

El salto del Centro Insular de Deportes al Gran Canaria Arena va a significar un cambio rotundo y extraordinario. Desde la cota 'cero', a más de tres metros sobre el nivel de la pista principal, la visión es perfecta de todos y cada uno de los rincones del pabellón. No hay ángulos muertos, ni zonas escondidas en una cancha que puede aprovechar la luz natural o cerrar sus persianas horizontales en el techo para dejar en penumbras el espectáculo que se escenifique en ese momento. El videomarcador preside notoriamente todo el escenario, y parece que más que ofrecer un punto de atención, te vigila de todo cuanto haces cada ve que te desplazas por las gradas.

Ni un solo asiento del Gran Canaria Arena va a perderse ni un detalle de todo cuanto ocurra sobre el  centro de la cancha o incluso en todo el recinto. Aún se espera la recepción de su parquet oficial para la disputa de los partidos de la FIBA, mientras que el que oficializará los partidos de baloncesto espera, guardado como oro en paño, en la cancha anexa. Tintaamarilla.es puede adelantar parte de ese secreto bien guardado del nuevo rectángulo de juego, la presencia de la isla de Gran Canaria de manera significativa. Esa imagen dará personalidad, más si cabe, a la instalación que nace en fechas breves.

No obstante, el video marcador puede ser el punto de referencia en el que más esperanzas se han puesto. A priori, su magnificencia arranca los aplausos incluso de aquellos obligados a buscar un reparo a cada aspecto de esta instalación. La calidad del sonido, al menos sin espectadores, parece también notable, cumpliendo con los cánones indispensables para que el Gran Canaria arena cumpla con su función de multiusos en el futuro.

Ya nadie va a tener que pedir perdón por tener que abandonar o regresar a su asiento en medio del espectáculo; o va a dejar de ver lo que sucede en la cancha por la inoportuna instalación de las barandillas. En el Gran Canaria Arena los espacios son muy amplios y las barandas son de cristal, con doble refuerzo de seguridad que, según los responsables de la instalación, les permiten cumplir con la normativa vigente y dejan de ser un obstáculo para la visión del espectador.

La climatización de los espacios, el cerramiento del ojo norte para impedir la entrada de aire exterior innecesario; y la puesta al día de la cancha auxiliar, con capacidad para 4.000 personas en espectáculos, le dan al Gran Canaria Arena la oportunidad de ofrecer oportunidades de uso para artistas y grupos que ya han solicitado el mismo.

De la misma manera, la seguridad en el Pabellón está garantizada. Al margen de la presencia del personal pertinente, el Gran Canaria Arena contará con un sistema de videovigilancia (UCO) que controla a sus usuarios de la instalación en los casos de violencia que se puedan generar, extrañísimos ya en el mundo de los deportes en pista cubierta.

Por el momento, todo parece que cumplirá con las exigencias impuestas a los responsables de su construcción y autoimpuestas por estos para que el Gran Canaria Arena conserve las cualidades positivas del Centro Insular de Deportes y perfeccionando las negativas. Se acerca al espectador a la cancha con las gradas telescópicas y permite la instalación de cortinas de cierre de espacios para reducir su capacidad. Sólo se espera que las previsiones se cumplan, y como vaticinó humorísticamente el consejero de deportes del Cabildo de Gran Canaria, Lucas Bravo de Laguna, "ésta sea la cancha en la que el Gran Canaria gane el año 2015 su primera Copa del Rey".

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