Manuel Borrego
Nos agradó escuchar la frase que brotó de los labios de Sergio Lobera este sábado al culminar el partido de Murcia cuando dijo que "ahora vemos a un buen equipo formado por buenos jugadores", en relación a la UD Las Palmas que se ha situado en 48 puntos a falta de once partidos. Le faltó quizá añadir al entrenador que, además de todo eso, es "competitivo al ciento por ciento". Porque para ganar a un rival con tantas aristas como el Real Murcia había que fraccionar el encuentro en varias etapas: una primera de control estudiando las debilidades del adversario, otra de manejo del juego para llevar el compás de los acontecimientos y una última de finiquito. Y las tres las supieron resolver los amarillos con oficio, con suficiencia sobre un adversario que sólo golpeó a balón parado. No encontró otra manera.
Para ganar al Murcia, Las Palmas conjugó sobre el césped de La Condomina muchos de los condimentos que ya venía aportando en partidos anteriores incluso sin lograr la victoria: La garra de un equipo de Segunda División dispuesto a combatir en todas las trincheras del campo, la cohesión colectiva con muchos signos de solidaridad tanto en el repliegue como en el despliegue de líneas y, cuando llegó en el encuentro la hora de la verdad, brotó el talento de unos jugadores notables, que encuentran líneas de pases con maestría. Esa inspiración ahora es apreciable como no había sido a lo largo del campeonato.
Tan valioso en la actual clasificación del equipo es la energía que transmite Dani Castellano o Ángel López, la coordinación de los defensas centrales apoyados por un inmenso Javi Castellano, como el paso mágico de Masoud y Valerón, encontrando las llaves del gol. Todo ello conjugado es lo que ha convertido a la UD Las Palmas en un verdadero candidato a cualquier objetivo, aderezado por el acierto ante las porterías rivales que se reparten un puñado de jugadores. Y, hasta tal punto alcanza este renovado credo, que los reservas están al mismo nivel que los titulares, impidiendo que exista la añoranza por los ausentes. Un día sí y otro también.
Ahora sí; en los parámetros futbolísticos mostrados en las últimas jornadas, Las Palmas es capaz de salirse de la clasificación. Con la misma garra, cohesión y talento -empleándolas por este orden- esta UD puede confirmar lo que todos los técnicos rivales de la división temían. Y es que puede considerarse la mejor plantilla, pero puede acabar siendo también el mejor equipo.