B.P.

"Un campeón mundial no debe descuidar nada. Para defender el título hay que estar al máximo siempre, ni un minuto de descuido. Mi entrenamiento diario consiste en nueve horas diarias; tengo que mantenerme en las mejores condiciones posibles en todos los aspectos del deporte. Agilidad, potencia, flexibilidad, resistencia, ... Un campeón del mundo tiene que demostrar que es el púgil más completo". Sergio Maravilla Martínez fue fiel a su decálogo y este sábado, tras su viaja fugaz a Gran Canaria, realizó un entrenamiento intenso en el Gimnasio Jet Canarias, sito en Guanarteme y tutelado por Juan Espino Dieppa. Maravilla se organiza con una vida exigente de preparación y descanso. Y entre avión y avión, a sudar ... cuidando que todas sus herramientas de trabajo estén en las mejores condiciones.

El 7 de junio, en el Madison de Nueva York, le espera el portorriqueño Miguel Cotto, dispuesto a arrebatarle lo que tanto le ha costado. Desde el lunes, en Madrid, se inicia un duro trabajo de dos meses para que sus guantes sean los que alce el colegiado al final del combate. El boxeador argentino, cervecero de Quilmes, ha podido comprobar este fin de semana cómo está el pugilismo grancanario atesorando él el apadrinamiento de Ferino IV. "Me ha gustado lo que he visto en la velada. Hay buena calidad y observo que los boxeadores canarios quieren ganar sus combates por técnica, no por fuerza. Es un buen comienzo y he visto deportistas a tener en cuenta en sus trayectorias".

Maravilla Martínez abandona grancanaria con la propuesta de ser embajador en los próximos meses de la sede isleña de Mundobasket. "La isla siempre me ha encantado. He venido con poco tiempo pero en el futuro observaremos más". Junto a sus entrenadores, presenciaron la sesión un selecto grupo de deportistas y en presencia también del presidente de la Federación de Boxeo, Antonio Pulido Castro, el preparador Feluco Marrero, preparador del boxeador grancanario Ferino IV, y Nagatame Taylor.

"Mis ídolos fueron Mohamed Alí y Carlitos Monzón", reconoce. Gente de nueve horas de duro trabajo para ser los número uno, como Maravilla.