Pablo Suárez, el elegido
24/03/2014

Hijo del piloto Domingo Suárez Rivero, a sus 21 años se estrena en la 38 edición del Islas Canarias como integrante del DISA Copi Sport, seleccionado entre 300 aspirantes

Alejandro Medina

El próximo viernes las carreteras de Gran Canaria sentirán el rugir de los motores y la pasión que por el automovilismo se vive en nuestra isla con el inicio de la 38 Edición del Rally Islas Canarias El Corte Inglés. La tradicional prueba contará con la participación de Pablo Suárez Ramos, recientemente elegido piloto del equipo DISA Copi Sport y una de las grandes promesas del motor grancanario, pues con tan solo 21 años lleva un amplio bagaje a sus espaldas que se ha visto refrendado en una selección en la que participaron más de 300 aspirantes.

Hijo del piloto Domingo Suárez Rivero, no duda en manifestar que él es su referente y que de pequeño no dejaba de soñar con llegar a correr como su progenitor. Con un maestro excepcional, a los 8 años aprendió a llevar el volante y con 11 ya conducía en un terreno propiedad de la familia. Poco a poco iba adquiriendo, con un Mercedes 300 diesel, los conocimientos necesarios en las distintas técnicas de rallies: contra volantear, derrapar..., "Siempre me tenía al día".

Este afán de adquirir conocimientos desde tan temprana edad se vio recompensado con la adquisición de un BMW 325ix: "Un 4x4 normalito de serie adquirido en Asturias, vehículo que exige un tipo de conducción decisiva en tierra y que considerábamos que era ideal para aprender".
"Con 14 años y el coche en casa el aliciente aún era mayor, no en vano se convirtió en un incentivo para los estudios, pues se le irían añadiendo cosas en función del rendimiento escolar; así tenemos que si aprobaba un trimestre por ejemplo se le ponían las barras", comenta en entrevista a Tinta Amarilla.

PRIMERA PARTICIPACIÓN EN COMPETICIÓN

Faltaban unos días para que cumpliera los 16 años e iba a ser como copiloto en el Rally de Teror, pero al no tener la edad reglamentaria no pudo ser, de ahí que el próximo objetivo fuera en el de Maspalomas. Con todo planificado su primera experiencia al final sería como piloto en el Slalom de El Pajar a sugerencia de su padre: "Un terreno duro e idóneo para aprender. Estaba atónito, no me lo creía. ¿Cómo era posible que comenzara de piloto en lugar de hacerlo en este mundo como copiloto?. Era algo increíble para mí".

"Una vez disputada la primera prueba sólo quieres repetir y repetir, y no puedes parar". Le siguieron otros slaloms, sin que aún lo hiciera en circuitos más complejos por mor de los accidentes que pudieran darse hasta no estar lo suficientemente preparado. Así en 2009 decidieron participar en las "Gseries" en Andorra, pruebas que se celebraban en circuitos de hielo. Para ello fueron con anterioridad a probar un Peugeot 106 de alquiler preparado para ese tipo de competición.

Las sensaciones con el Peugeot no fueron las esperadas, por lo que optaron participar con el BMW : "Fue una locura por el traslado. Cuando llegábamos a la Aduana había que bajarlo de la grúa, después volver a subirlo. Las adversidades por no haber participado nunca en este tipo de pruebas. Qué reglajes debíamos tener. Aún así participamos en todas las pruebas, lo que significaba desplazarte cada semana a Andorra. Era un esfuerzo enorme que al final lo veías compensado cuando conseguíamos molestar por los puestos de cabeza a los Mitsubishis Lancer Evo, prototipos y demás vehículos. Al final quedamos por encima de la mitad de la tabla clasificatoria".

APRENDIZAJE PERMANENTE

El aprendizaje basado en la experiencia de su padre era permanente. Preguntas constantes sobre el porqué de esto o de lo otro fueron fundamentales para ir adquiriendo la formación necesaria que requiere pilotar un vehículo: "En un slalom celebrado en Santa Lucía estando en una curva de noventa grados a izquierda y ver llegar a mi padre con el coche totalmente de lado hacia la derecha en lugar de hacia la izquierda y hacer que el público se hiciera para atrás, ya que nadie había entrado así, y justo llegando mete el coche hacia la dirección de curva y pasar de manera espectacular, como si fuera un piloto del mundial, le pregunté por la maniobra realizada y me comentó que era una técnica que se llamaba Balanceo Escandinavo".

Son varios los recuerdos que le vienen a la mente y sería complicado decidirse por uno, de ahí que nos refiera al Campeonato de Velocidad de Andorra Sobre Hielo (las Gseries), en el que conoció al piloto Antonio Zanini que fuera campeón de Europa en 1980 y en varias ocasiones de España y con el que aún mantiene contacto. Su primera prueba en el Aeroclub, sobre asfalto, con un BMW M3 de 320 CV, en la que tuvo una bonita disputa con su compañera de equipo Enma Falcón o el I Gran Canaria Historic Rally, en el que a pesar de tener un pequeño susto en la primera etapa y romper una varilla de la caja de cambios en la segunda, viéndose obligado a conducir en cuarta, aprendió que nunca se debe tirar la toalla y que siempre hay que seguir peleando hasta el final a pesar de la adversidad.

DISA COPI SPORT

Sobre su participación en la selección la fundamenta en la ética de trabajo de la Escuela de Pilotos DISA Copi Sport, con la que se siente plenamente identificado: "Desde que salió la promoción no me lo pensé dos veces y fui a por ella, además desde nuestro humilde equipo, que tengo con mi padre, siempre hemos perseguido ese sueño de superación en este mundo para llegar lo más lejos posible y esta es una gran oportunidad para seguir mejorando".

"Me preparé física y mentalmente, concentrándome para el gran día de la prueba y aunque admito que me puse algo nerviosillo, nada más llegar al circuito, la gente me traba como si estuviera en casa, en tu familia y eso acabó con todos los nervios haciéndome sentir muy a gusto", añade. "Espero poder aprender mucho de ellos, ya que es un equipo con mucha experiencia y muy profesional, pero sobre todo espero disfrutar mucho y sacar el máximo rendimiento de la misma. Hay un gran ambiente, incluso con los patrocinadores".

NO HAY PRESIÓN

"No me importa el qué dirán, lo que sí prima y es indispensable es llevar el coche a la meta sano y salvo. En principio vamos a disputar todas las pruebas que compondrán el campeonato autonómico, aún así quisiera que este año saliera redondo y que terminara perfectamente todo y continuar con las carreras, que al final es lo que me fluye por las venas. Con eso me conformo".

Con varios premios de clase, entre los que destaca el primero en un fórmula rally, destaca también el tercer puesto que obtuvo en tierra de copiloto con David Rivero en el circuito Islas Canarias y el segundo y tercero de clase en el asfalto del Aeroclub.

Como no podía ser de otra forma, pese a las reticencias de su madre en un principio, el apoyo de su familia ha sido fundamental. Como hemos comprobado su padre ha sido decisivo al pasarle el gusanillo de las carreras y aunque resultó una sorpresa la entrada en el equipo DISA, dado su esfuerzo, la felicidad de ver cómo el trabajo realizado no ha sido en vano y ha dado sus frutos es algo que les enorgullece.

PROYECTOS DE FUTURO

"Mi meta principal es terminar la carrera de Ingeniería, que va a ser la forma en la que me gane la vida, mientras que en lo deportivo, no tengo una meta fija, sino llegar lo más lejos posible. Esforzarme al máximo y luchar por ello". Para Pablo no hay malos recuerdos, ya que de todo lo que sucede se aprende. Según sus propias palabras, disfruta al volante y sabe que detrás tiene que haber un gran trabajo. Tiene clara la importancia de no ponerse nervioso, de hecho practicando descensos en mountain bike aprendió el valor de la concentración para tener el máximo autocontrol. Es evidente que las ideas las tiene claras, como es evidente que se abre ante sí un abanico de posibilidades muy importante dentro del deporte canario, el futuro está ahí y tanto su juventud, como su pasión por el automovilismo desde temprana edad son argumentos más que suficientes.

Fotos del reportaje: Alejandro Medina y Archivo personal de Pablo Suárez

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