La sociedad de los genios
30/03/2014

La UD Las Palmas firma su importante victoria sobre el Sporting enlazando el sacrificio colectivo con la brillantez individual de sus principales actores

B.P.

Una apreciación acertada del entrenador de la UD Las Palmas al término del encuentro: las individuales brillan en el seno del conjunto. Las acciones más brillantes del encuentro de este domingo, protagonizadas por Momo, Aranda y Masoud, habrían caído pronto en el olvido si equipo de Sergio Lobera no hubiese sido capaz de vencer todo tipo de adversidades para encarrilar el triunfo con el penalti final convertido por Momo. Las Palmas fue un colectivo sacrificado ante el más cualificado ataque de la división, pero también tuvo destellos individuales y fruto de ello llegaron los dos goles que declinaron la reñida contienda.

Porque esta vez el Sporting fue un gran adversario, un candidato real al ascenso manifestándose en toda su extensión en el Estadio de Gran Canaria. Vino con lecciones aprendidas de antemano: jugar al límite del reglamento con un árbitro que lo permitió en exceso, presionar y forzar las faltas para que Las Palmas no tuviera ingenieros que distribuyeran su ataque y golpear con jugadas de diseño y las transiciones de contragolpe.

Todo ello lo hizo a la perfección pero no encontró el gol, porque las dimensiones de las porterías son concretas y porque bajo ella otra actor a título individual, Mariano Barbosa, estuvo a la altura de las exigencias del guión, con algunas paradas escalofriantes para evitar que los puntos volaran hacia Asturias.

Lo mejor de la UD este día fue su capacidad de creer en el triunfo por más complicadas que fueran las ecuaciones tácticas planteadas por su oponente. Las Palmas mantuvo una línea defensiva muy presionante, impidiendo que el dúo Lekic-Scepovic aparecieran durante muchos minutos en el partido. Porque en el momento que lo hicieron, los serbios mostraron el por qué el conjunto asturiano lleva ese volumen de goles en sus alforjas. No era el día de cometer errores y en eso se esmeraron los zagueros isleños.

En los gestos individuales de los grancanarios destacó, además de Barbosa, el sentido de anticipación y garra de Aythami Artiles. Llegada esta fase de la Liga y esta manera de entender el juego, el de Arguineguín se ha convertido en una pieza irreemplazable, acoplándose a un hombre de rendimiento uniforme como es David García.

El remate de Javi Castellano acabaría golpeando el larguero, jugada que fue preludio del 2-1 (C. Torres)

Ángel y Dani Castellano se desgastaron en mantener el control en las bandas, ayudados por el incombustible Javi Castellano. El gemelo centrocampista forma triángulos invisibles en el campo, colaborando con todos. Y en esta ocasión, además, acarició el gol del 2-1 con la jugada previa al penalti. Su lanzamiento golpeó el larguero: se le resiste la apertura de esta cuenta estadística a su favor.

Valerónestuvo en su sitio, repartiendo el cuero y recibiendo el otro tipo de 'cuero', el doloroso; porque la contención astur tenía como consigna el no dejarle pensar. Masoud y Momo se movían con soltura y entrega entre líneas, mientras Asdrúbal emprendía todas sus cabalgadas vaciándose: las posibles y las imposibles.

A Carlos Aranda, en cambio, le llegó la iluminación. Está fresco con el balón. Lee los espacios como pocos y su cintura empieza a funcionar. El malagueño está alcanzando el final de temporada con las prestaciones de un delantero veterano, aderezado con una pizca de fortuna, como la que tuvo en el 1-0.

Los genios siguen asociados; a ellos se une la afición. La Liga se tiñe de amarillo en otra jornada.

 

 

El debutante Benja ayuda en tareas defensivas (C. Torres)

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