"Este lunes hablaré con los jugadores y decidiremos si seguimos. Estamos abandonados; el presidente ya no habla conmigo desde el martes. No puedo engañar ni un minuto más a mis compañeros", subraya el decepcionado capitán Yeray López
M.B.
No habrá viaje a Fuerteventura para jugar este domingo con El Cotillo. Esa fue la decisión en firme de la directiva de la UD Vecindario desde el pasado martes cuando, por última vez y vía wasap telefónico, el presidente Santiago Déniz se comunicó con el capitán del equipo, Yeray López. "Desde entonces ya ni existimos para la directiva", admite este sábado a Tinta Amarilla el veterano jugador. Los futbolistas y cuerpo técnico del club de Santa Lucía están desamparados, a pesar de que mantienen el esfuerzo colectivo por evitar el naufragio del equipo en las últimas jornadas del campeonato de Tercera. "Este lunes hablaré con los jugadores y decidiremos si seguimos en competición. A partir de lo que ha ocurrido esta semana (no viajar) la situación es ya insostenible. Estamos abandonados; el presidente ya no habla conmigo desde el martes. Soy el capitán y el hilo directo con la directiva. Pero no puedo engañar ni un minuto más a mis compañeros. Hemos estado dilatando al máximo esta situación para ver si llegaban soluciones, pero vemos que es imposible".
El Vecindario, con 42 puntos cosechados, pasaría a tener 39 tras la pérdida 3-0 este domingo al confirmarse su primera y última incomparecencia posible en la competición. Se añadirá una multa al club de hasta 3.000 euros y la advertencia de que en una segunda ausencia (le quedan tres viajes más, a Lanzarote, Ibarra y Realejos) conllevará la descalificación y el descenso inmediato. "Lo ocurrido esta semana es muy grave. Esto ya no parece un club y los dirigentes no están ni se le esperan. Al presidente parece que le han puesto ahí para nada. No les pediré otro esfuerzo a los jugadores a pesar de que su actitud es intachable. Ya no esperamos cobrar un euro de aquí al final del campeonato en vista a que ni siquiera hay unos billetes para viajar. La gente tiene que comprendernos porque estamos asumiendo riesgos personales sin la cobertura del propio club, que no nos atiende ni le interesa la situación personal de sus futbolistas".
"No puedo engañar ni un minuto más a mis compañeros"
Yeray recuerda que "hasta ayer mismo fuimos a entrenar. Lo hacemos porque los jugadores son unos profesionales de los pies a la cabeza y porque nuestro cuerpo técnico está compuesto por gente que se merece el máximo respeto, lo están dando todo para que el equipo acabe el campeonato con la dignidad que merece. Pero esto ha llegado a un límite", advierte. "Venir a entrenar sin el respaldo del club es hasta un peligro. Porque hay futbolistas que pueden sufrir una lesión que le condicione su futuro; o un accidente en el trayecto hasta el campo de entrenamiento. Tenemos la sensación que nos estamos preparando para nada, que no le interesa a nadie lo que hacemos, ni siquiera a los propios dirigentes de la entidad". López distingue la labor de "la secretaria, Carmen Delia" que vive en primera persona este pesar del colectivo.
Recuerda el capitán que "cuando empezó la temporada pregunté si estaban seguros de que llegaríamos hasta el final. Nos convencieron pero las cosas se han hecho muy mal. Tenían que haber analizado bien la situación y hacer todo lo posible para tomar las decisiones al final de temporada y no cuando quedaban muchas jornadas. Si alguien se tenía que ir, debió hacerlo de otra manera. No lo digo en exclusiva por los jugadores, que desde hace tiempo perdimos la esperanza, lo digo por el propio respeto que merece el Vecindario".
"La gente no se puede imaginar esto. No hay nadie en el club; los jugadores vamos a entrenar pero sentimos que no existe ninguna persona por encima que nos solucione los problemas. Yo soy el que me estaba encargando de organizar los viajes, de hablar para las gestiones (de intendencia) de la plantilla, ... de todo. El presidente se ha limitado a decir que "no hay dinero" y ya está", apunta. "Nadie da la cara o se ha acercado a vernos. Y ya no aguantamos más esta situación".
El Vecindario no jugará este fin de semana. El riesgo de no verle competir de nuevo es cierto.