B.P.

El Gran Canaria Arena recibió este lunes a su principal inquilino. La plantilla del Herbalife Gran Canaria realizaba por la tarde su primera sesión preparatoria en la que será la instalación oficial que desde el 1 de mayo figurará en la agenda de todos los clubes de la ACB, empezando por el FC Barcelona. Para ese día, el lleno ya está garantizado después de que despaciera el billetaje este lunes de las taquillas, con la compra masiva de entradas por parte de los aficionados. Pedro Martínez y sus hombres realizaron la mudanza a Siete Palmas sin apenas trauma. Al contrario: la plantilla del equipo representativo se pone como objetivo vencer al conjunto azulgrana para que el estreno sea completo.

"No encuentro comparación con otras canchas en España", valoró Pedro Martínez tras señalar que "quizá en Estados Unidos sí; aquí no veo otra similar". El técnico ofreció una opinión absolutamente favorable por las mejoras generales que ya han encontrado sus jugadores. "Para empezar he probado hasta los asientos; son cómodos. Hemos visto la obra y todo aquí está bien pensado para un equipo de baloncesto. Es una maravilla de pabellón", sintetizó.

Le vino a la memoria al entrenador una frase de Lisandro Hernández -el ex presidente del club- una década atrás, cuando él debutaba en la entidad, al introducirle en un sueño de una cancha de estas características. "Y ya ven, estamos aquí. Ese sueño es realidad. Hemos de sentirnos orgullosos que con el esfuerzo de tantos años esto se hiciera posible", fueron sus palabras antes de ofrecer el segundo calificativo del día: "Esta instalación es de Primera División".

Lo que no está a simple vista, el cuerpo técnico también lo ha analizado con detenimiento. El trabajo de preparación puede realizarse en la pista principal, como ocurría este lunes, o bien en las auxiliares que se encuentran en el nivel inferior. "Las dos están muy bien. No habrá problemas para cuando tengamos que utilizar una alternativa. Como ya dije, todo estaba pensado".

Las primeras carreras, las primeras canastas, las primeras gotas de sudor, ... ahora falta escuchar los primeros 'pío, pío'. En breve ocurrirá.

Reportaje gráfico: C. Torres