Pues a falta del partido oficial frente al FC Barcelona, la primera canasta en el Gran Canaria Arena tiene aroma canario. La anotó Óscar Alvarado, con un triple en el amistoso frente al Tenerife Iberostar. De manera simbólica su nombre se uniría a otro como el de Rubén Castro, autor en 2003 del primer gol, también en otro partido amistoso, en el Estadio de Gran Canaria. Era el Anderlecht la portería batida. Una pequeña recompensa para el siempre entuasiasta Alvarado.