B.P.

¿Qué equipo actuará en las seis últimas jornadas del campeonato regular?. ¿El que dominó en marzo e hizo tambalear la zona alta de la clasificación, que llevó a su técnico a recoger el trofeo de mejor entrenador de marzo?. ¿El que firma su segundo peor parcial mensual unos días después cuando parecía que el calendario se le ponía de frente?.

Esa condición de equipo bipolar es una constante en la UD Las Palmas esta temporada, inmerso en una competición que también ofrece esta misma inestabilidad entre sus participantes. El equipo de Sergio Lobera pasa de sumar un promedio de 2,60 puntos en marzo para rebajar a 0,75 en abril. La única noticia esperanzadora es que pese a su falta de constancia no ha perdido la perspectiva del ascenso, por cualquiera de las dos vías.

Las Palmas sólo logró copar un parcial mensual esta temporada (marzo) y disputar de un buen octubre (promedio de 2 puntos por partido) que le permitió iniciar una remontada. Pero, con 54 puntos en su haber, aún habrá de hacer un esfuerzo pujante para consolidar cualquiera de las modalidades de billetaje en la lucha del ascenso.

Así fueron sus parciales en el vigente ejercicio, donde no hubo dos meses de alegría entre los aficionados grancanarios: