M. B.

Josico Moreno quiere celebrar en el campo como entrenador lo que en 2000 se escapó de sus manos a causa de una lesión, cuando era futbolista a las órdenes de Sergio Kresic. No estuvo en aquel partido del 4-1 al Elche aunque contribuyó remando mucho en la fase regular para que el equipo de hace catorce años alcanzara su meta. Ese es uno de los atractivos añadidos al partido del domingo (17.00 horas) en el Gran Canaria.

Las Palmas tenía tres balas entonces para consolidar el retorno a la constelación principal del balompié hispano por la vía directa. Ahora sólo le queda una, que es la última. Y la ha de utilizar en noventa minutos donde ha de saber acompasar la pasión y la frialdad porque hay que saber administrar todos los detalles del partido.

Los preparativos de la batalla final se están realizando con mucho mimo porque la sobrecarga muscular está al límite. Pero hay detalles paralelos en la temporada que, llegados a estas alturas de junio, merecen la pena subrayar. Y Juan Carlos Valerón ¡cómo no! está presente en ello. Se convertirá este domingo en el centrocampista de Arguineguín en el único futbolista de la plantilla grancanaria que ha estado presente en las 46 convocatorias que complementa la Liga más larga en Segunda División.

Este viernes, el presidente del club Miguel Ángel Ramírez desveló en Radio Marca que hay un compromiso con el Flaco para continuar de amarillo al menos una temporada. Pero matiza en Tinta Amarilla que la condición singular de su longevidad deportiva estará condicionada por un ascenso. Habrá Valerón de amarillo un año más si hay Primera División.

Este acuerdo no es reciente, está hablado desde la génesis de su regreso a la UD Las Palmas. De hacerlo se cumpliría el anhelo por el que volvió el genio de Arguineguín al club de su formación: el pasear el escudo del club de los cinco unidos y la camiseta amarilla por todos aquellos campos de juego de Primera donde ya fue aplaudido con otras camisetas.

Esa es la condición preliminar; si no hay ascenso tampoco es desdeñable la renovación, dependerá de las fuerzas del propio futbolista que ha ofrecido una campaña a nivel físico relevante al no presentar un solo día en la enfermería, salvo en la pretemporada tras recibir un golpe frente al Atlético de Madrid, en partido amistoso.

Valerón (ya 39 junios a sus espaldas) siempre fue comedido en sus manifestaciones a lo largo de la temporada actual, cuando obviamente se le preguntaba por este hecho. Su pelea por el ascenso ha sido innegable, significándose de manera muy clara en El Molinón, la pasada semana cuando Las Palmas logró dejar atrás al Sporting en la primera plataforma del play off: "Esto no nos vale de nada", les dijo en voz alta a sus compañeros. "Queremos el ascenso".

Y a noventa minutos está ese horizonte.