La UD Las Palmas tenía en sus manos el ascenso, pero la invasión del terrero y los actos vandálicos rompen su dinámica y empañan un día que pasó de la gloria al infierno en un pocos minutos
Manuel Borrego
La historia tenía previsto un final dantesco para el proyecto de la actual temporada. Inexplicablemente, la UD Las Palmas acaba siendo víctima del 'fuego amigo'. El día que había logrado cubrir por segunda vez en su historia las 31.240 plazas del Estadio de Gran Canaria, unos descontrolados acaban enviándole un misil a la línea de flotación de sus ilusiones. Apenas unos trescientos exaltados invadieron el campo de juego sin permiso de la autoridad y sin hacer caso a la solicitud del club grancanario y a los jugadores (habían pedido no saltar al terreno en caso de cualquier situación de alegría). Ese detalle tan importante a esas altura de la batalla rompió la dinámica de un partido que Las Palmas tenía controlado y que finalmente se les fue de sus manos.
Es la historia más dura que la leyenda del club podrá recordar en sus anuarios. No sólo queda en el resultado deportivo. Porque la invasión deportiva estuvo también aderezada por una bochornosa actitud, en la que no sólo se produjo el acto del asalto sino de minutos de vandalismo contra la propiedad incluso de los profesionales de prensa que estaban haciendo sus labores, al margen de apropiarse de útiles deportes y destrozar material del estadio de Gran Canaria.
Hubo incluso hasta lanzamiento de asientos porque fueron recriminados por los aficionados que tuvieron una actitud respetuosa y se sintieron dañados por lo acontecido. Huyeron luego, escondidos entre las sombras, cuando el daño ya estaba totalmente realizado. Todo ello, en plena retransmisión a todo el país, al planeta entero. ¡Una vergüenza para Gran Canaria!. La gamberrada del Siglo la sufre la Unión Deportiva Las Palmas, jugadores, técnicos, dirigentes, asistentes, empleados .... y la ilusión de sus aficionados, que pierden un año de vida pero no sus raíces.
Actos bajo la Grada Naciente (Fernando Sánchez)
Siete minutos en acta
El colegiado murciano Sánchez Martínez registró lo siguiente en el acto, sobre estos hechos: "Con motivo del gol local, minuto 57, se lanzó una bengala en uno de los fondos, zona identificada con seguidores del club U.D. Las Palmas. En el minuto 83 un aficionado identificado como seguidor de la U.D Las Palmas entró al terreno de juego, teniendo que ser retirado por la fuerza pública de las inmediaciones del terreno de juego".
En otras incidentes: "El inicio del encuentro comenzó con dos minutos (17:02) de demora por la tardanza en salir del vestuario del club U.D. Las Palmas. Hecho que volvió a suceder en el inicio de la segunda mitad. En el minuto uno y veinticuatro segundos del tiempo suplementario de la segunda mitad, me vi obligado a la detención del encuentro debido a la invasión del terreno de juego por parte de aficionados de la UD Las Palmas, hecho que provocó que el juego se mantuviera detenido durante 7 minutos hasta que tanto fuerza pública, privada y coordinador de seguridad de la Policia Nacional nos garantizó la seguridad tanto de jugadores, cuerpo técnico y equipo arbitral, procediéndose en dicho momento a la reanudación del partido conforme a las Reglas de Juego".
El club estudiará ahora medidas si proceden, pero el grave daño ya está hecho.
El público, que asistía con pasión al partido, increpa a los invasores mostrando la repulso. Unos pocos perjudicaron a muchos (C. Torres)