¡No te rindas, Unión Deportiva!
23/06/2014

Editorial del equipo de redacción de Tinta Amarilla

¡No te rindas, Unión Deportiva!. No lo hagas. Permítenos por un día que te tuteemos, como si nos conociéramos de toda la vida. El domingo, antes y durante, comprobamos una vez más que tenías a mucha gente enojada, durante mucho tiempo y por importantes decepciones. Sin embargo, salieron a buscarte, a empujarte. Eso ocurre porque subes y caes como hiciste ante el Córdoba: de un segundo para otro. Sabías que con poco que hicieras todos volverían teñidos por el color que bañó tu nueva casa; porque eres la caprichosa más querida de esta isla y de ti no se desprenderán jamás. Coqueteas con los sentimientos de toda esa gente que tiene en sus armarios guardada la prenda amarilla esa tan linda que decora sus corazones y la exhiben con orgullo en cuanto tú les muestras una sonrisa. Les haces llorar siempre; por tus goles, por tus victorias, por errores, por hazañas o por tus desdichas. Siempre contigo la cosa acaba igual, entre lágrimas; y ninguno te da la espalda aunque lo manifieste. A veces no quieren verte, pero siempre quieren saber de ti.

Ahora mismo estamos recordando la escena de un genio de la comunicación como Antonio Lemus del Moral (qepd) cuando, después de aquel duro impacto del descenso de 1983, las cámaras y micrófonos de la televisión se acercaron a la redacción de La Provincia para preguntarle: "¿Maestro: y ahora qué?". Y rememoró con su voz ronca y pausada algunos episodios brillantes y los otros, esos que no quieres que te recuerden. En todos había lágrimas. Lemus narraba las cosas sin un guión escrito, podría estar horas en medio del escenario porque, a pesar de la dureza del momento, la función para el periodista continúa. Y aquel 'día después', en que todos estaban con la mirada perdida, terminó encendiendo una nueva ilusión: "¡Amarillo: arriba los corazones!".

A ti no tendremos que convencerte. Te regeneras siempre porque tienes el don de la eternidad. Te hemos visto agonizando y, sin embargo, estás más fuerte que nunca. No necesitas jugar una Champions para llenar tu hogar y tus calles de alegría. Ese es tu éxito; porque esta vez no volviste a Primera, pero hemos visto la esperanza en la cara de los tuyos. No la dejes morir, UD. Muchos de tus seguidores ni siquiera te han visto en Primera, no saben lo que es retar a potencias deportivas y ganarles en buena lid, buscan en la red las imágenes de tus futbolistas más legendarios, están esperándote para cantarte pidiendo una "alegría" ... Todo les suena de oídas; sin embargo te quieren a morir porque nacieron y caminan contigo.

¡No te rindas, Unión Deportiva!. Ayer perdiste en el campo, pero creciste más en el alma de todos. Prepárate bien para hacerles llorar otra vez, "pero de alegría".

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