Juan Pedro Borrego

Más de 330 deportistas se dieron cita en el fin de semana del 21 y 22 de junio en la piscina de San Fernando de Maspalomas. El Territorial Benjamín convocó a este número de jóvenes entre nueve y doce años de 22 clubes (13 de Gran Canaria, 5 de Tenerife, dos de Lanzarote y dos de Fuerteventura) que se enfrentaron a un programa renovado con respecto al de la temporada y en el que la organización demostró que cuida muy poco los detalles importantes para llevarlo al frente con completo éxito. Así fue el de la entrega de medallas, un asunto muy delicado, en el que no se cumplió con la convocatoria realizada.

Al margen de eso, la natación sigue viva desde sus raíces, como pudo comprobar in situ, el presidente de la Federación Española, Fernando Carpena, acompañado por el presidente de la Canaria, Juan José Martín. Canarias cuenta con calidad y también con cantidad para hacer un trabajo a conciencia.

A pesar de que en muchos de los casos las pruebas de 100 metros fueron más un hándicap que una motivación, con lluvia de descalificaciones en especial en la espalda, el tiempo de los primeros clasificados abre las puertas a consideraciones de futuro notables. El 1:05,60 de Miguel Malmierca (Escuevas, 2003) en los 100 libre o el hecho de tener a veinte nadadores por debajo de los 1:14.00 en esta prueba, sirven como ejemplo de una competición en la que muchos deportistas mostraron estar en la estela de futuras mínimas nacionales cuando les toque el turno de luchar por ellas.

Los relevos también dieron señales de que el trabajo que realiza cada club apunta a cosechas de nadadores notables para el futuro. Las mejoras de marca fueron en algunos casos brutales y sorprendentes. El fin de curso llega, por tanto, con muy buena nota, a la que contribuyó el ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, para acoger dos jornadas de más de tres horas de duración cada una.

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