T.A.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, valoró este lunes de la siguiente manera lo ocurrido en la tarde del pasado domingo en el estadio. "Lamento lo ocurrido. Fue una cosa verdaderamente tremenda; esto es injusto para Gran Canaria. También lo es para la afición de la UD Las Palmas, para el propio equipo, para la junta directiva y para todos nosotros, porque en definitiva lo teníamos en la mano. A falta de un minuto y medio se estropeó como consecuencia de la acción incontrolada de un grupo reducido pero violento, que ha causado una pésima impresión no sólo desde nuestra imagen sino en el resultado final".

Lo argumentó afirmando que los exaltaron lograron "descentrar la marcha del partido que estaba muy bien controlado por parte de la UD Las Palmas en el terreno deportivo. Tengo que lamentarlo como presidente del Cabildo, porque hemos perdido esa gran oportunidad que teníamos en la punta de los dedos para volver a la Primera División, porque lo merecen la isla de Gran Canaria como su equipo".

Añadió Bravo de Laguna que "nosotros tenemos una infraestructura de Primera División, tanto el Estadio de Gran Canaria como el pabellón Gran Canaria Arena. Merecíamos el ascenso y lo merecimos deportivamente hablando". Hubo errores arbitrales, en su opinión pero "no hay que achacárselos", mencionó antes de hablar de la "jugada desgraciada que llegó en último momento como consecuencia, insisto, de unos altercados que debieron haberse evitado".

No entra a valorar "análisis de culpabilidades. Se están haciendo los informes correspondientes por parte del propio club, que es el organizador del evento, por parte de la policía nacional, etc... para ver en qué medidas han habido fallos y en qué medidas esos fallos son dolosos, si hubo negligencias".

"Pero el problema fundamental", subrayó, "lo tenemos en el resultado. Sea por lo que sea, por los del incidentes, que son los verdaderos cuasantes, nos hemos quedado sin la Primera División".