La sinceridad de sus lágrimas conmovieron a los aficionados de toda España. Tino, el popular asistente de UD Las Palmas, tiene un hueco en la campaña de abonados 2014-15. El impacto del gol del Córdoba se recoge en su rostro, castigado por esa cantidad de horas al sol en la tierra del Barranco de la Ballena, en Barranco Seco o donde quiera que hay un balón y chiquillos con sueños en amarillo. Soñaba él también con organizador a los recogepelotas del Estadio de Gran Canaria cuando estaba tan cerca de ver otra vez por la isla las camisetas de los grandes clubes, de la Primera División. Pasados "los diez días de luto", como definió Miguel Ángel Ramírez, Tino vuelve a sonreír y a ilusionarse. La UD Las Palmas siempre se regenera por todos los costados.