De un debutante a un lobo de mar
04/07/2014

La UD Las Palmas cambia el perfil de su nuevo entrenador: de los 36 años y primera experiencia en el fútbol profesional de Lobera pasa a los 60 años y 380 encuentros de Paco Herrera

B.P.

La UD Las Palmas cambia por completo uno de los aspectos más destacados del perfil de su nuevo entrenador, en el paso de un proyecto a otro. Entre el nuevo técnico y el antecesor real (Josico Moreno tuvo un paso transitorio) existen jugosas diferencias que se localiza en un término: la experiencia. Sergio Lobera llegó a Gran Canaria en 2012, con 36 años de edad. Paco Herrera lo hace con los 60 años cumplidos. El maño se estrenó en el fútbol profesional en el banquillo amarillo, con paso inmediato en Segunda División B. El catalán lo hará después de haber cubierto 380 encuentros como entrenador de la Liga Profesional, con dos temporadas alternativas en Primera División además de haber logrado un ascenso de categoría con el Real Club Celta de Vigo.

No sólo esta es la diferencia. Lobera tuvo como asistente inmediato, al margen de su fiel preparador físico Manu Sayabera, a un segundo entrenador (Socorro) que desconocía y que, al igual que él, no tenía experiencia en un banquillo de la Liga Profesional. Herrera viene secundado como hombre de confianza a Ángel Rodríguez, con el que ha compartido muchas horas en alta mar, con las situaciones tan compleja que genera el fútbol en los niveles en que ellos se moverán.

La gestión de grupo es, sin duda, una de las asignaturas más importantes para extraer rendimiento a la plantilla que tendrá Herrera a su disposición y de la que el presidente, Miguel Ángel Ramírez, ha anunciado que "superará" a la del pasado ejercicio. Las distancias entre algunos futbolistas y Lobera fueron muy apreciables, especialmente esta temporada, con al menos un incidente que trascendió a la opinión pública. A Herrera, léase Ángel Rodríguez también, le toca manejar un vestuario que, comprobado quedó en la promoción, es capaz de obtener el máximo rendimiento.

La idea que mueve al consejo de administración y a la dirección deportiva a avalar la contratación de un hombre tan experimentado como Paco Herrera es que la calidad del equipo sea constante desde la primera a la última jornada, invitando a que todos los protagonistas del grupo conozcan bien su papel y se sientan importantes en el proyecto que, sin mencionar la palabra, tiene como objetivo el ascenso que se escapó a un segundo del final de la pasada promoción.

Buen gusto por el balón, jugar con criterio por las bandas, capacidad de recuperación ... todo ello marcan las coincidencias entre la empresa saliente y la entrante. A partir del 21 de julio la UD Las Palmas conocerá a su nuevo lobo de mar. Uno como él, en 2000, logró llegar a tierra.

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