Tras debutar hace 17 años con la UD Las Palmas y defender seis escudos más, cuelga las botas después de incorporar un ascenso a su hoja de servicios y con la decisión firme de hacer carrera en los banquillos. Empieza en el histórico UD San Antonio
Manuel Borrego
Quiso el destino que Ángel Sánchez Armas (30 de marzo de 1977, Las Palmas de Gran Canaria) limpiara por última vez sus herramientas de trabajo tras conseguir un éxito que se le había escapado con los restantes escudos que defendió en su etapa deportiva. Hace unas semanas logró con el centenario Sporting de San José un ascenso, para incluirlo en su extensa hoja de servicios. Había luchado por él durante muchos años en UD Las Palmas (dos etapas), Lanzarote, Vecindario (dos ciclos), Universidad (dos etapas también), Ibiza y Hospitalet, pero tuvo que ser en el final de sus días como jugador cuando por fin ese sabor llegara a sus labios. Él mismo es quien nos descubre el dato en la cita que mantiene con Tinta Amarilla, donde confirma su decisión de colgar las botas y emprender una nueva ruta en el deporte, ahora como entrenador.
Ángel se hace cargo del histórico San Antonio, con un proyecto que se inicia en Preferente y unas ganas enormes de hacer trayecto en el siempre complejo mundo de los banquillos. Tenía en mente la retirada, que adopta a los 37 años de edad con un montón de recuerdos iniciados como amarillo justo el mismo día que Juan Carlos Valerón se despedía para irse al Mallorca, epílogo de la campaña 1996-97. El centrocampista grancanario no duda en señalar como su mejor momento profesional la fecha en que se enfundó la elástica amarilla (15 de junio de 1997), mientras reflexiona sobre todos estos años en los que su nombre era sinónimo de un fútbol que acariciaba el balón y era preludio de la palabra gol.
"Y no olvidaré tener un agradecimiento a todos los entrenadores, compañeros, directivos, utilleros, servicios médicos y auxiliares que he tenido en mis equipos. Porque sin ellos no habría estado tantos años dando tanta guerra", nos comenta en una clara señal de que su mundo acaba de transformarse. Estas son sus impresiones:
Sus inicios en UD Las Palmas, en una foto en el Estadio Insular (N.R.)
"No quería que el fútbol me echara"
"Siempre me había preocupado en saber cómo sería mi etapa final en el fútbol. Después de tantos años, había decidido dejarlo tras abandonar el Hospitalet. Pero quería hacerlo de forma no traumática. Lograron convencerme para seguir una temporada más en el Vecindario, porque allí estaban mis compañeros Pollo, Poncho, Yeray, ... con Tino Luis en el banquillo. No quería que el fútbol me echara sino que yo tuviera la capacidad de decidir cuándo y, después de lo que pasamos en el último año, ha llegado el momento. Me voy con posibilidad de haber seguido en activo y estoy seguro que los que me han visto jugar recientemente pueden quedarse con un buen recuerdo de mi juego. Lo más difícil en la vida es que una puerta no se cierre sin encontrar la siguiente. Sin embargo, la posibilidad de dirigir al San Antonio es para mí menos traumático"
"Soy de una nueva generación de nuevos entrenadores"
"Me encuentro un buen trabajo realizado en el club por Chus Trujillo y Javi Martel -se hacen cargo del Preferente de UD Las Palmas-. El San Antonio tenía información sobre mi actuación como entrenador y me han dado la confianza. Pertenezco a una generación de nuevos entrenadores, de la misma quinta que Maxi Barrera, Jero, Javi Guerrero, Juan Carlos Socorro, Julio Suárez, Ernesto Santana, ... Hicimos el curso juntos y me anima saber que a ellos les va bien en sus equipos"
"Por vocación seré un entrenador ofensivo"
"Mi estilo como entrenador es de la misma forma como viví el fútbol antes. Hay muchísimos modelos de juego, pero dos maneras de interpretarlo: tener el balón o dárselo al contrario para robar y jugar a la contra. Yo soy del primer caso. Pretendo que mis equipos tengan el control el mayor tiempo posible y utilizar el balón para ser ofensivos, verticales. Por vocación, soy un obsesionado del fútbol de ataque porque es mi manera de ver este deporte. No me gustaría definirme porque he tenido muy buenos entrenadores a lo largo de carrera y he absorbido lo mejor de cada uno. No sólo hablo en lo meramente táctico, sino el aprendizaje que como gestor de grupo he de emplear con los futbolistas. Cuando era jugador ya sabía que quería acabar en un banquillo y me he ido preparando para ello, escogiendo lo mejor de cada uno"
La celebración de un gol con el Universidad (Mykel)
"Mi mejor momento, sin duda, el debut con la UD Las Palmas"
"He jugado en muchos equipos, he vivido temporadas importantes pero no puedo obviar que mi mejor momento como profesional fue haber debutado con la UD Las Palmas, algo que había soñado mucho tiempo. Guardo ese momento como mi mejor recuerdo en el fútbol. Fue en El Salto del Caballo, contra el Toledo (0-3) el día que terminaba precisamente su primera etapa Valerón. Salí por Walter Pico en el partido de la última jornada. Como canario y como jugador formado en Las Palmas, un solo minuto con esa camiseta es algo que no sabría describir con total precisión. Ese momento fue inolvidable"
"Todos los veranos me decían que me quedaba en el primer equipo ..."
"Todos los veranos me decían que ya me quedaba en la primera plantilla y siempre, por unas razones u otras, el club acababa por hacer fichajes y la confianza desaparecía. No fue un hecho exclusivo en mi caso; lo vivieron otros jugadores de cantera. Era otra etapa, otra manera de interpretar el fútbol. El club se administraba de otra manera y a base de dinero llegaron muchos fichajes como Turu, Pico, Samways, ... y no sólo del extranjero, también vinieron los Oscar, Merino, Pablo Lago, ... Era muy difícil progresar en esas plantillas. Y eso que también había muy buenos jugadores de la casa como Orlando, Paquito, Socorro o Víctor. Para bien, por las razones que sean, el club ha cambiado y ahora la filosofía que emplea apoya la salida de jugadores canarios en la Unión Deportiva. Por eso, aunque esté ajeno al equipo, vivo con alegría que llegue Asdrúbal, por ejemplo, y le veamos con valentía en las alineaciones; o a Vicente, Hernán, Javi, ... Ellos han encontrado la confianza que nosotros no tuvimos"
Desborda al ilicitano Otero (N.R.)
"La polivalencia no es mi mejor virtud"
"Otra de las cosas que me perjudicó cuando estuve en Las Palmas es el concepto que se aplicaba sobre mi juego. Yo soy media punta, un jugador ofensivo; ahí es donde he rendido mejor. Pero los entrenadores tuvieron varias opiniones al respecto. La polivalencia no es mi mejor virtud. Eso se reflejaba luego en la confianza, en la continuidad, que sí encontré en otros equipos. Vivo con la idea de que los jugadores de cantera tenemos que tirar la puerta abajo para que llegue la oportunidad, pero en mi etapa como jugador eso no se brindaba. Visto desde la distancia, ahora comprendemos que era muy difícil que la confianza se produjera con aquella filosofía que tenía el club y que duró tanto tiempo"
"Lo peor, el descenso de 2004"
"El momento más duro en toda mi carrera fue también con Las Palmas: el descenso de 2004 a Segunda B. Pensábamos que, a pesar de todo lo que había ocurrido, podríamos salvarnos. Hubo un cambio radical cuando Tino Luis cogió al equipo, pero nos faltaron semanas para terminar la remontada. Fue un año nefasto para todos; desde la configuración de la plantilla, a la elección de los técnicos de relevo, las lesiones que hubo, ... En el fútbol influyen muchas cosas y allí se juntaron en nuestra contra"
"Mi único ascenso, con el Sporting de San José"
"Conservo una extraña relación con el destino. He jugado una decena de promociones y sólo he vivido un ascenso. Me refiero a mi último equipo, el Sporting de San José (a Tercera). Es para mi un honor el haber contribuido a que un club centenario lograra volver a la categoría. Además marqué gol en el partido de Tacoronte. Creo que toda la experiencia que había acumulado durante años se dejaron ver en estos partidos. En el Sporting me hicieron sentir muy cómodo; todo el vestuario me recibió como si me hubiesen conocido durante años. Ese día el fútbol nos dio algo que en otras ocasiones nos había quitado. Por ejemplo: con el Universidad, en el minuto 93, Paulino remató de cabeza al larguero de la Ponferradina y nos quedamos sin ascenso. Esta vez, en Tacoronte, Fran Sabina también nos remató en el descuento, el balón fue al poste pero no quiso entrar"
"Mi mejor gol fue en el Carlos Tartiere"
"¿El mejor tanto?. Por importancia, fue el que marqué en el Carlos Tartiere frente al Oviedo. Perdíamos 1-0 con el Universidad, pero Pedro Vega hizo el empate y yo marqué el 1-2 con un disparo a la escuadra. Ese gol nos permitió jugar la liguilla. Sin embargo me voy a llevar con gran recuerdo el tanto marcado con el Sporting de San José, de media volea y desde el borde del área"
"Detrás de los tantos de faltas hay muchas horas de entrenamiento"
"¿El más bello?. He marcado goles olímpicos y también desde el centro del campo. Al aficionado se le pueden escapar detalles, porque detrás de esos tantos hay un trabajo de scoutting de los técnicos que he tenido. Se analiza al rival y sus puntos débiles, se intentan cosas que a veces salen y muchas otras no. Detrás de los goles de faltas también hay muchas horas de entrenamiento. He marcado muchas, pero no es un producto del azar sino del trabajo duro "
"Mi padre me decía: trabaja duro, como si fuera el último día"
"No recuerdo quién me dijo que no juzgara a nadie por sus resultados, sino por su método de trabajo. Ese es un buen consejo que me vale ahora como entrenador. Pero el mejor me lo dio mi padre, que me decía: trabaja duro, como si fuera el último día. Eso lo he llevado a rajatabla hasta el final de mi etapa como jugador"
En un encuentro con el Hospitalet, frente al Barcelona (MD)
"El Universidad nunca debió desaparecer; era un club ideal para muchos jugadores"
"Ahora podemos hablar desde la distancia, pero la pérdida del Universidad fue muy importante para nuestro fútbol. Era un club necesario porque daba cabida a muchos jugadores que no tenían salida en la UD Las Palmas y podían competir y progresar a un nivel importante. Por competir en la misma categoría que la Unión Deportiva se le veía como un enemigo, pero en realidad era un equipo donde un grupo de deportistas trabajaban casi sin ayudas. Su desaparición fue una dolorosa pérdida, porque se hicieron cosas mal por detrás de la línea del campo; esa bola creció hasta que no pudo seguir. Lo hemos lamentado mucho. Ahora mismo echamos de menos un equipo que ofreciera esa posibilidad. En aquella etapa había hasta siete conjuntos canarios en Segunda B, algo hoy que no nos podemos imaginar"
Ángel se presenta así en los banquillos, hecho un dandy. "Esta temporada marqué con el Vecindario 14 goles y di 11 asistencias. Luego, con el Sporting, 4 tantos y 4 asistencias más. Sé que puedo seguir, he tenido varias ofertas de Villa, Estrella, ... y alguna más. Pero llegó mi hora y la aprovecho".