Javier Sintes volvió al campo de entrenamientos Barranco Seco, veinte años después de haber salido de la UD Las Palmas. "No pisaba esta instalación desde entonces", nos confesaba. Lo hizo acompañado por su hijo Carlos, del Huracán, que le ha salido futbolero. Comprobaba esta mañana el entrenamiento del que fue el equipo donde debutó en 1992, a las órdenes de Álvaro Pérez. Disciplinado centrocampista, muy técnico y excelente lanzador de faltas. Quince partidos y cuatro goles contemplan su hoja de servicios con el primer equipo amarillo. Los aficionados de entonces aún le recuerdan, aunque este sábado pasaba de puntillas entre ellos.