La nueva UD de Paco Herrera llega a la recta final de su preparación con menos refuerzos e ideas basadas en "atacar y defender de verdad" y "volver a ser un equipo". El técnico aplica sus palabras en el trabajo; ahora falta el aval de los resultados
Manuel Borrego
"Las Palmas se quedó a un minuto de Primera División. A un minuto y algo más", afirmó nada más llegar a tierra canaria el quincuagésimo octavo técnico en la historia del club, Paco Herrera, el hombre que capitanea el cambio de un proyecto al que le quedan apenas dos semanas y media para levantar el vuelo en la Liga oficial.
El gol del mexicano Ulises Dávila en el Estadio de Gran Canaria, el pasado 22 de junio, trajo un disgusto y luego aire fresco. La nueva idea gira en torno al entrenador que ha de dirigir a una nave que volvió al punto de partida y cifró sus coordenadas en trayectoria hacia la Primera División. Esa transformación, sin embargo, tiene unas características propias que, inmersos en agosto, empiezan a ser reconocibles. No se trata de un desplazamiento antagónico; el boceto del proyecto es un nuevo concepto de juego y un contexto plagado de optimismo con el que UD Las Palmas sale a navegar para obtener mejores resultados. Y, el dato esencial, es que las mismas herramientas son las que se utilizan para llegar más lejos en la competición.
El anticipo de todo ello lo había expresado en su presentación oficial Paco Herrera, el pasado 8 de julio, al divulgar entonces una colección de ideas sueltas que son ahora enlazadas, previas a la competición oficial:
Menos refuerzos, más canteranos
La nueva UD se fragua casi con los mismos mimbres que la temporada anterior. Los datos son contundentes. En 2013-14 Las Palmas firmó diez refuerzos: Aranda, Masoud, Valerón, Ángel López, Mayor, Xabi Castillo, Galán, Apoño, Delev y Benja. De ellos, siete dejaron ya la entidad. En 2012-13 fueron otros ocho los jugadores venidos de distintos equipos.
En la etapa de Paco Herrera, sin embargo, el club quiere mejorar su producción con los mismos futbolistas y un máximo de seis refuerzos. De momento, cuatro son seguros: Guzmán, Christian Fernández, Marcelo Silva y Araujo. Un quinto -el portero- está en camino y sexto (dorsal 9), en veremos. No se habrían producido al menos tres contrataciones si Castillo, Deivid y Barbosahubiesen decidido seguir de amarillo, como era intención del club.
La otra parte viene de filiales: David Simón, Carlos Gutiérrez, Roque y Tyronne, además de otros compañeros de Las Palmas Atlético, están ante el salto definitivo o ya consolidados. Hasta 23 futbolistas canarios son integrantes de esa primera plantilla del verano 2014.
Nuevo concepto de juego
En las declaraciones iniciales de Paco Herrera se descubren varios aspectos que él mismo subrayó y que se trabajan a diario en la pretemporada. Los más destacados, según sus propias palabras:
* "Defender y atacar de verdad. Ser sólidos atrás y eficaces delante"
* "Evitar el fútbol al pie. Tenemos buenos pasadores pero necesitamos jugar a espacios libres"
* "Elevar el número de goles en jugadas de estrategia"
* "Mover el balón con velocidad y verticalidad. El gol se puede encontrar por las bandas y también por el centro"
Este es el preámbulo de un cambio futbolístico que ha de ser apreciable a partir de la visita de la UE Llagostera al Estadio de Gran Canaria, con reflejo añadido en la clasificación.
Ser fiables, especialmente en casa
La transformación ha de ser también estadística porque la nueva UD se obliga a elevar su rendimiento como equipo local, ya que los puntos evadidos en el Estadio de Gran Canaria ha sido los que finalmente han impedido que el equipo amarillo diera el salto a la Primera División, especialmente la pasada temporada. 5 empates y 6 derrotas (28 puntos evadidos) se produjeron como local en la pasada fase regular.
Elevar la autoestima del futbolista
Herrera, desde su llegada, habló de una prioridad: "volver a ser un equipo, todo pasa por correr". Detrás de esas palabras descubre poseer información de lo que requería para mejorar el rendimiento. El ejemplo individual que él puso sobre la mesa es el de Nauzet Alemán, un futbolista del que hubo serias incógnitas en la pasada Liga para su continuidad. El técnico ha logrado en poco tiempo que el propio Nauzet, un libro abierto de par en par, haya expresado en público: "Estoy con muchas ganas; tenemos un entrenador que nos da confianza a todos porque tiene las ideas claras".
Lo ratifica las palabras tan inflexibles de otro de los ilustre de la plantilla: "Nunca tuve tanta fuerza e ilusión como esta pretemporada" (Momo).
De hecho, en la contratación de Paco Herrera, su segundo Ángel Rodríguez y el tercero del grupo, Javi Guerrero, fue producto de un análisis de perfiles por parte de la comisión deportiva y el consejo de administración. El modelo elegido y su método de trabajo es también una respuesta a ese cambio general que el club está convencido haber encontrado.
La afición no espera
El último eslabón de la cadena es, en realidad, el primero. A diferencia de anteriores años, la afición de la UD Las Palmas también da un giro desde la pretemporada. Nunca antes, en el actual ciclo, a comienzos de agosto el club grancanario había ya sellado 10.000 abonados. Va camino de récord, al menos en el Estadio de Gran Canaria. Ello ocurre sin la necesidad de realizar fichajes mediáticos o promover otra acción que no sea el credo que la grada captó en la pasada promoción de ascenso contra Sporting y Córdoba.
Hay más aspectos que se modifican en el representativo grancanario, pero quedan sujetos al análisis con los resultados en la mano.