Óscar Rodríguez, militar estadounidense, se hizo amarillo a causa de sus migas con los grancanarios de Qala-e-Naw. Regresó a Texas y desde allí vio cómo se le escapaba el ascenso a la UD frente al Córdoba. Lejos de enfriarse, tras el suceso del 22J creció su empatía sentimental hacia el equipo grancanario y ahora es abonado a 8.000 kilómetros de distancia
M.B.
Todas las temporadas existen historias sentimentales en el entorno de la campaña de abonados de la UD Las Palmas. La de un sargento del Ejército de Tierra de Estados Unidos es, sin duda, muy curiosa. Óscar Rodríguez (38) es de origen portorriqueño, afincado en Copperas Cove (Texas). Hasta septiembre de 2013 estuvo destinado en Afganistán, donde coincidió con militares españoles también desplazados a Qala-e-Naw para las misiones humanitarias realizadas conjuntamente.
Pero Óscar cometió el 'error' de hacer migas con los grancanarios que allí estuvieron, en la base militar conjunta, hasta el 25 de septiembre de 2013. "Desde entonces ya le hicimos saber lo que era el pío pío y lo que significaba para nosotros la Unión Deportiva Las Palmas", nos comenta Florencio Sánchez, militar de profesión y presidente de la Federación insular del balonmano. En Afganistán, Óscar compartió emocionalmente con los canarios el desenlace de la temporada que acabó en la promoción de ascenso ganada por el Almería. Las Palmas estuvo cerca del objetivo, pero no tanto como él imaginaba.
Resuelta la misión afgana, Óscar no se olvidó de la UD Las Palmas ni perdió el contacto con sus amigos canarios. Desde Texas mantiene el diálogo habitual y, con ello, estaba informado sobre la trayectoria de los amarillos hasta la segunda promoción de la pasada temporada. "Él y su familia siguieron el partido a través de internet, el del 22 de junio contra el Córdoba. Estaban ilusionados con el ascenso a Primera de la UD, porque de alguna manera ya forma parte de sus vidas. Y, claro, vivieron desde allí la decepción de la última jugada", comenta Florencio.
Pero la pasión de Óscar, su esposa Ada y los niños Génesis y Kevin lejos de enfriarse tras el gol de Ulises Dávila aún se incentivó más. "Su esposa me dijo: quiero esa camiseta que tienes", desvela Sánchez, quien desde Gran Canaria fue el encargado de realizar toda las gestiones para que sus amarillos de Estados Unidos se sintieran más cerca todavía, enviándoles equipaciones para todos. La prenda de Ada, además, tiene la peculiaridad de estar firmada por la plantilla al completo de la temporada precedente de UD Las Palmas, la que acabó a un segundo de la Primera División.
Y fue así cómo Óscar se convirtió en el único abonado de los 11.500 actuales de 2014-15 que reside en Copperas Cove, a casi 8.000 kilómetros del Estadio de Gran Canaria. Son estas cosas del destino. "Ahora irá Alemania en un nuevo emplazamiento profesional ... con el amarillo en su equipaje, claro".
Florencio Sánchez y Óscar Rodríguez, en el centro de la imagen, después de saborear una jugosa paella en Afganistán, durante la misión conjunta (FS)