ARVIDAS SABONIS
El legendario jugador y ahora presidente de la Federación de su país admite a Tinta Amarilla estar impresionado por el pabellón y, en especial, por el marcador del Gran Canaria Arena: "Uno como este no lo había visto en ningún otro lado"
Manuel Borrego
Un visitante ilustre pisó por vez primera el Gran Canaria Arena. Lo miró de arriba a abajo, analizó cada uno de sus puntos y sus singularidades. Arvidas Sabonis, actual presidente de la Federación Lituana de Baloncesto, regresó este viernes a la isla, ahora como máximo representante de su delegación, que se hará notar en el hexagonal del grupo D mundialista. "Nuestro objetivo: llegar a Barcelona, luego ya veremos en los cruces. Partido a partido", dice también utilizando el recurso argumentario de moda en el deporte mundial. Sabonis atendió a Tinta Amarilla al terminar la sesión de entrenamientos de su equipo, a última hora de la noche. Se le notaba cansado por el ajetreo que ahora ha de realizar, pero amable para atender las preguntas. La primera de ellas, cómo no, referida a una instalación que desconocía: "El pabellón es bonito de verdad. Hay muchas grandes instalaciones en toda España, esta está entre las mejores. Pero el marcador no lo he visto en ningún lado. Es espectacular", puntualizó. "Podemos encontrarle algún parecido a algunos campos de juego; espero que nos traiga suerte en la fase clasificatoria".
Antes de atendernos, Sabonis estuvo hablando con miembros de su delegación y técnicos. Están preocupados los lituanos pese a su condición de uno de los principales favoritos del torneo, cuarto en el ranking mundial de la FIBA. "¿Cómo llegamos?. La pérdida de nuestro base, por lesión (Mantas Kanietis) ha sido un problema final importante para nosotros. Eso ocurrió muy reciente y nos cambia un poco los planteamientos, nuestra preparación. Ahora ya no tenemos a nuestro director de juego, que ha estado preparando con sus compañeros el torneo. Veremos qué pasa".
Al margen de ello, "Lituania siempre está ilusionada en todos los torneos" de baloncesto, considerado como el deporte nacional en el país báltico. "Paso por paso, insisto. Sólo tenemos que pensar en salir de Gran Canaria para viajar a Barcelona. Eso es lo único que pensamos en estos momentos. Vamos a disfrutar de este torneo día a día". Además, con una afición lituana siempre numerosa allá donde su equipo nacional está en competición. "Nuestros aficionados estarán en España. Me han dicho que seremos unos mil en las gradas. Los que vengan a Gran Canaria van a disfrutar. Los lituanos estamos contentos con esta sede. Queríamos venir a la isla, porque aprovechamos un rato de vacaciones y por la tarde ver los partidos de nuestra selección nacional en directo. Estamos felices; era la sede que queríamos".
Sabonis, arriba, observa el videomarcador. A la izquierda, atiende a Tinta Amarilla a pie de pista del Gran Canaria Arena (C. Torres)
"España es siempre favorita en casa, porque juega bien y más como anfitrión. En esta competición podemos dar guerra a cualquier rival y ganar" la medalla de oro. "¿Estados Unidos?. Siempre tenemos que considerarle. Pero hay rivales que debemos tener en cuenta". Se refirió a "Eslovenia puede morder", en sus cálculos más avanzados de la competición.
De Mundiales de baloncesto Sabonis tiene sus propias experiencias. Ganó el oro como componente de la ya desaparecida la Unión Soviética, 1982, cuando la competición se disputó en Colombia. Entonces, en aquella selección era aventajado alumno de 2,21 de estatura con el viejo profesor Alexander Gomelski -más tarde entrenador del Tenerife AB-. Fue partícipe de esa victoria a Estados Unidos (95-94), tras célebre final de partido, que la compartió con jugadores ahora legendarios como Eremin, Tarakanov, Lopatov. Derugin, Valdis Valters, Tkachenko, Mishkin, Belosteny y los también lituanos Homicius y Jovaisa. Cuatro años después, en España 1986, Arvidas, fue plata en una final repetida ante USA Basketball (87-85).
"Lituania viene a pelear todo, como siempre", concluye.
Reportaje gráfico del entrenamiento de Lituania: C. Torres